Heron [+18]

Capítulo 19

Debilidades.

Hela Hanks.

Hoy, jueves, quedamos Cameron, Harley y yo en la biblioteca que se encuentra a lado del instituto para realizar el trabajo de filosofía, cuando ayer recibí un mensaje de un número desconocido diciendo donde donde nos ibamos a encontrábamos para hacer un trabajo práctico, me saque de onda. Luego recordé esa mirada que Cameron me dedicó cuando Harley le pidió su número, con eso pude deducir que él le dio el mío en vez del suyo, ese gesto me causó gracia y me conmovió demasiado viniendo de él.

Me hice pasar por Cameron, le contesté los mensajes, y en mi foto de perfil puse esa foto en el baño que nos quitamos Cameron y yo el día de la barbacoa.

Cuando estoy lista salgo de mi casa para dirigirme a nuestro punto de encuentro, estoy por llegar al lugar cuando siento como alguien se posa a mi lado, no es necesario girarme para saber que es él, esa fragancia cara mezclado con olores cítricos, su olor es muy característico para mí.

—¿Mereces un castigo por no saludarme cuando me vez, Hela?

—Tú fuiste el que llegaste a mí, así que a tí te corresponde saludarme.—le miro de reojo— Pero un castigo tuyo suena delicioso.

Escucho como bufa, mientras pasa su mano por mis hombros, estamos a unas cuadras del punto de encuentro. Espero no empezar una disputa a mitad del trabajo con esa chica porque no se concentra en lo que vinimos a hacer.

Me preparo mentalmente para horas donde ella le esté coqueteando a mi chico.

¿Mi chico? ¡Jesús, Hela ahora ya hasta te apropías  de él!

—¿Hela? —me llama Cameron quitándome de mis pensamientos.

—¿mmh?

—¿Que si quieres un helado? —yo como la niña grande que soy asiento de forma energética.

Él  me sonríe y ambos nos dirigimos a un local pequeño, pero acogedor que está cruzando la acera.

—Buenas tardes, jóvenes. —nos recibe una pareja de viejos con una sonrisa. —¿Qué desean?

—Dos helados de crema, ¿no? —me pregunta Cameron mirando a mi dirección.

Yo asiento y me acerco a él para darle un beso en el cachete, cuando estoy por tocar con mis labios sus pómulos él gira la cabeza robándome un pequeño beso.

—Me recuerdan a mi juventud, la mejor etapa que pasas cuando estás enamorados es esa. —El viejito que nos recibió empieza a decir—Aunque también fue la etapa donde hubieron amores que me dolieron.

Sin poder evitarlo suelto mi pregunta—¿También sufriste por amor?

El viejo me mira de forma cálida mientras en sus labios se empieza mostrar una sonrisa burlona. —Oh, claro que sí. Yo sufrí un par de veces por amor, pero siempre traté de ocultar esos sentimientos de los demás. ¿Les molesto si hablo más?

—Para nada, dígame más. —Le respondo de forma inmediata mientras Cameron se mantiene callado a mi lado.

—Siempre pensé que era bueno en eso de ocultar mis sentimientos, hasta que conocí a esta bella dama.—señala a la que supongo que es su esposa.— y me hizo sentir desnudo ante lo fácil que le resultaba descifrarme, yo la molestaba de diferentes maneras para poder evitar que ella se acercara a mí.

—Lo que él no sabía era, que yo lo observaba, observaba lo que él era en verdad, no solo veía ese lado que él le mostraba a todo el mundo, se creía una de esas personas que podían comerse el mundo de un solo bocado ante los demás, pero cuando estaba solo podía notar las inseguridades que el se cargaba dentro. —Continua la señora por él.