Capítulo 28

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Número desconocido..

Hela Hanks.

Miro a mis costados intentando localizar a algunas de las personas con la cual me tengo que encontrar y a eso le tenemos que sumar el hecho de que este centro comercial es enorme.

—¿Me buscabas? —una voz me susurra en el oído y deja un beso en mi cuello, haciendo que de un pequeño brinco en mi lugar.

Me giro para enfrentarle y me encuentro con esa cara angelical que siempre carga pero con una sonrisa sarcástica —¿Tanto cuesta saludarme como la gente normal?

Él me mira de pies a cabeza analizando mi ropa —Yo nunca voy a ser una persona normal, descarada.

—Si fueras alguien normal no te iba a tener como amigo —una voz alegre se une a nuestra conversación sacándome una sonrisa.

—¡Dios, qué privilegio es ser tu amigo! —el sarcasmo detona en cada palabra que dice.

—Ves, Hela cómo ahora ya no valoran nuestra amistad.

Yo giro los ojos y me voy a abrazarla, —Desde que eres la novia de Harry me tienes en el olvido, ni si quiera me mandas mensajes para saber si aún respiro, Kathe.

—Que yo sepa, tú también puedes escribirle de vez en cuando. Ah, cierto, tú solo le escribes a Cameron. —Finn dice mientras prácticamente se burla de ambas.

Lo miro unos segundos y cuando lo veo sonreír yo ruedo los ojos—Voy a hacer cómo que nunca dijiste eso.

—Bueno, a lo que vinimos. Me van a ayudar a ayudar a encontrar un regalo perfecto para Harry, es nuestra primera navidad juntos y quiero que sea especial.

—Kathe, trata de regalarle algo que estés segura de que le va a gustar porque a ninguno de nuestros amigos le falta dinero, solo asegurare que tenga un valor sentimental importante —le digo mientras le agarro de un brazo a cada uno y los dirijo a la parte de restaurante del centro comercial.

—¡Exijo comer en KFC! —suelta Finn cómo un niño haciendo berrinche.

Kathe me mira y se ríe —Pobre de nosotras no darle al bebé lo que quiera.

—Finn, tú te vas a hacer el pedido, pide dos cubos de pollo frito.

—¿Por qué yo?—pregunta mientras me hace un pequeño puchero que le hace ver hermoso.

—Porque tú nos invita la comida —dictamina Kathe de forma divertida.

Finn resopla con resignación pero no se queja por que él nos va a comprar para nuestro almuerzo y se dirige a una pequeña fila en frente del local de KFC.

—Finn es cómo mi pequeña luna.

Encarno una ceja —¿Por qué una pequeña luna?

—Porque Harry es mi sol —responde divertida mientras mira a Finn en la fila—, porque él es cómo la versión oscura de la persona que te trae paz, no sé si me explico.

Asiento porque sé a lo que se refiere— Entonces él es nuestra pequeña luna.

Vemos cómo se acerca con un papel en mano donde está el número de su pedido, nos quedamos en unos asientos cerca del local para esperar nuestro pedido.

—Como soy el amigo gay de ustedes yo exijo saber algunas cosas de sus relaciones con los hermanos Thompson.

—Ya te estabas tardando en decir eso —me río de él.

—¿Qué quieres saber? —le pregunta Kathe mientras toma un poco de la coca cola que tiene en mano.

—¿Harry es un dominante en todo sentido de la palabra, no? —pregunta Finn con una mirada curiosa.

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