Heron [+18]

Capítulo 31

Hablemos.

Cameron Thompson.

Ver a Elizabeth Jones luego de año y medio sin ningún tipo de contacto causa cierta emoción, no me contengo y me voy a abrazarla, por más que el abrazo es breve, lo disfruto.

Siento una mirada en mi nuca pero yo no puedo dejar me mirarla a ella, la contextura de su cuerpo me resulta tan familiar incluso con el uniforme del hospital puesto, ella tiene el tipo de cuerpo que por más que intente disimular su figura con ropa ancha no se puede, incluso antes de las cirugías plásticas que se hizo.

Carraspeo levemente luego de algunos segundos más de concentrarme solamente en ella y miro a Nick que me está mirando preocupado, mientras que con un gesto me dice que mire atrás.

—Eli, tenemos que ver al paciente — el enfermero que cuyo nombre desconozco habla haciendo que todos le miremos.

—Si — asiente — ¿Puedo hablar luego contigo, Cameron?

Yo asiento sin nada más que agregar y ambas personas vestidos de blanco entran en la habitación de Finn, me giro para enfrentar a Hela pero no la encuentro ni a ella, ni a Kat.

Siento un ligero mareo por segunda vez en la mañana.

—Creo que la cagaste —mi hermano deja caer un brazo en mi hombro —, yo que tú empezaba a rezarle a diosito e idear cómo decirle quien es esa chica sin que llegue a molestarse por tu reacción.

Me deshago de su agarre —Hela es mucho más segura en ese sentido, no se va a poner celosa por un abrazo.

—Tal vez no por un abrazo pero sí por la forma en la que te quedaste viéndola, — dice Nick pensativo — ¿Quién es ella? Por cierto...

—Es la chica con quien tuve relaciones durante mucho tiempo —respondo, Harry y Nick se ríen mientras que Will y los Collins se mantienen fuera de la conversación.

—Vaya día de suerte, amigo —el sarcasmo de Nick ahora mismo no me agrada.

—Hela va a entender, además ella es mi presente, no se tiene que sentir amenazada por nadie...

—Bueno, eso no hace falta que nos diga a nosotros — Will me interrumpe —. No conozco mucho a Hela pero no creo que sea de esas chicas inseguras e indecisas que nunca te dice lo que piensa por miedo a cómo reaccionen los demás, pero tal vez se sienta amenazada con ella.

Analizo un rato sus palabras mientras me voy a sentarme en una de esas incómodas sillas de hospital, la forma en la que se puso a la defensiva con su mejor amiga cuando la vio, su mirada buscó la mía pero yo estaba concentrado en la chica que estaba frente mío y debido a que nosotros nunca estuvimos en esta situación no supe cómo reaccionar.

Con Elizabeth desde un principio nosotros hablamos de algo plenamente sexual, que no queríamos involucrar sentimientos de por medio, estaba claro lo que éramos: encuentros casuales.

Con el tiempo ella me empezaba a decir que me quedara a comer, mirar alguna película y yo aceptaba creyendo que ella sabía lo que teníamos, todo iba bien hasta que ella quería empezar que controlarme, quería prohibirme de las cosas que hacía, celaba cuando coqueteaba con alguien y ella estaba viendo, me planteé muchas veces a mi mismo la idea de internar algo con ella pero con sus acciones volvía a estar en el punto inicial de todo, no podía tener algo más con Elizabeth. Luego de recalcarle que yo no quería nada más que algo sexual ella como habíamos quedado desde un principio empezó a llorar, gritar y golpearme incoherencias, haciendo una rabieta que en ese momento me molestó debido a que ella era mayor que yo, creí que iba a entender el motivo por el cual la estaba alejando de mí.