"Soy el terror del que todos huyen. Soy tu peor maldición".
WILLIAM.
Unas horas antes...
Mason irrumpe en mi oficina, interrumpiéndonos a Bruce y a mí con una carpeta en la mano. La entrega sin titubear, pero su expresión grave anuncia problemas.
—Tenemos que hablar, William —dice, con una seriedad que corta el aire.
Bruce, como de costumbre, le dedica una sonrisa burlesca mientras se levanta de su silla. No pierde la oportunidad de agarrar una botella de whisky de mi bar personal.
—¿A esta hora, Mason? —comenta con una ceja alzada, Bruce. Aunque no puedo evitar un atisbo de curiosidad por lo que trae.
—Nos interrumpió y tú le sonríes, sin mencionar que le estás ofreciendo alcohol en horario laboral, debería de sentirme decepcionado —intento bromear.
—Tu hija me pidió que te entregara estos documentos. Tienes hasta mañana por la mañana para responder. Si no lo haces, será demasiado tarde —su tono es directo, como siempre.
—Trabajas conmigo, no con ella —espeto con indignación—. No tengo ni idea de lo que es, pero mi respuesta es un rotundo no.
—No hagas berrinche, Will —interrumpe Bruce—. Analiza eso, después vengo a seguir con los análisis. Yo definitivamente ya no pienso meterme en disputas familiares —sale de mi oficina cantando.
—Ella no es mi prioridad en estos momentos —respondo fríamente, sintiendo el peso de la palabra "hija" resonar en mi mente.
—Will, analiza eso. Volveré luego para continuar —repite mi amigo, quien se despide con una risa sarcástica, saliendo de mi oficina como si nada.
Mason toma asiento frente a mí, con los papeles extendidos sobre mi escritorio. No es un hombre de muchas palabras, pero su gesto serio indica que lo que está en esa carpeta es crucial.
—¿Qué es tan urgente, Mason? —pregunto, sintiendo la tensión aumentar en la habitación.
—William, hay algo más. Algo relacionado con Dionne —su voz baja y la mención de ese nombre antiguo hace que mi corazón se acelere.
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PROFECÍAS OCULTAS || [#1] Entre Fragmentos [COMPLETA]
RandomEn este lugar nada es lo que parece. Nadie es quien dice ser. Sufre más el sabio que el ignorante. Pero la verdad es que aquí nadie sabe nada. ¿Por qué te sacrificarías tú? ¿Amistad? ¿Amor? ¿Ambición? ¿Qué puede más? ¿Quién es quién? ¿Vale la pe...