Capítulo 43.🍁

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Nada está bien

Hay heridas qué en vez de abrirnos la piel, nos abren los ojos. -Pablo Neruda.



Kyle

Durante toda mi vida, jamás pensé en formar una familia, jamás pensé que tendría algún heredero para dejar todo mi imperio, todo lo que tengo. Siempre creí que alguna de mis hermanas tomaría el puesto y alguna de ellas tendría hijos.

Pero ella me lo dijo y fue la persona más feliz de toda la historia.

Me di cuenta que no quería que Roxanne viva conmigo si voy a estar huyendo de país en país. No quiero que se ponga en riesgo cuando ya sé que el bebé está en peligro. Y tengo que hablarlo con ella. Ella debe entender que no puede quedarse conmigo. Al menos durante el embarazo

No quiero hacerlo, pero es por el bien de mi hijo. por el bien de ella. Sé que Henry la cuidará muy bien, y por más que odie, sé que Julián también lo hará. Es una jodida locura. Nunca pensé que llegaría un día así.

Mis palabras intentan salir, pero son interrumpidas por el sonido de la puerta abriéndose. La figura que se presenta es Henry.

—¿No te cansas de causar problemas? —dice apenas entra.

—Henry, él no hacía nada, ya se iba —Roxanne no aparta la mirada de mí.

—Lárgate antes de que te dispare —por ahora no causare problemas, ya la buscaré para hablar sin que este jodido idiota me esté fastidiando

—Tú y yo tenemos una conversación pendiente —miro a Roxanne una última vez.

—Ni lo sueñes, no volverás a verla —declara Henry.

—Lo que digas, Donnovan—me río y termino por salir de esa habitación.

Cierro la puerta y me quedo un momento parado en el lugar, quizá feliz, satisfecho o tristes. Aún no logro descifrar qué es. Hay partes de mí que todo el tiempo se contradicen. El que dice que hago lo correcto y la deje ser feliz sola y la otra que dice que puedo descansar hasta tenerla de nuevo conmigo y que formemos una familia. La última está ganando.

Nosotros debemos estar juntos. Ella y yo lo queremos.

Emprendo mi camino lo más desparecido que puedo, oculto mi rostro de las cámaras y me dirijo a las escaleras de emergencia, solo porque sé que la policía debe estar en este lugar buscándome.

—¿Estás feliz ahora? —la voz de Julián suena detrás.

—No quiero hablar. Tienen suerte de que no te mate.

—Nada te lo impide. Hazlo, Kyle.

—Púdrete —lo miro por unos segundos.

—Lo haré y espero que tú también. Espero verte en el funeral de Rick. —Noto ese grado de sarcasmo.

—¿Qué quieres?

—Yo, yo quería ser feliz con mi esposa, pero las cosas se arruinaron por culpa de Roxanne. Ahora cuando planeo vivir bien con ella me enteró que tendrá un hijo tuyo.

—Sé que tú yo nos odiamos, y sabes perfecto que estoy por huir. Te pido un favor. Cuida de mi hijo.

El solo se ríe y se aleja antes de darme una palmada en el brazo antes de irse y entrar en la habitación de Roxanne. En pocos minutos llego a la parte trasera del hospital kan vez bajo las escaleras, donde me espera Luke en una camioneta.

—Te tengo una buena noticia—me dice apenas me subo.

—Espero que lo sea.

—Tengo a Tatiana en la cajuela —arranca del lugar— y si te hace sentir mejor, la llevaremos a Los Ángeles...

Dinastía ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora