Tratos indebidos
Cuando menos te lo esperas una buena persona llega. -Anónimo.
Tatiana
En mi cabeza sigue reproduciéndose cada recuerdo que tengo desde que lo conocí, cada pequeño detalle de lo que he pasado con el único hombre del que realmente me he enamorado.
He pensado, nunca había hecho algo así en toda mi vida.
Siempre tuve arreglado todo, siempre fue fácil tomar decisiones. Porque siempre había solo una opción.
Todo lo que pasó con Julián ayer me hizo cuestionarme si él en realidad es el amor de mi vida, si en realidad el me amo o si yo lo amo. No hay duda de eso. Pero dolió y no de una forma en la que me sentí humillada y con el corazón roto, me dolió por qué nunca pensé que él me decepcionara.
Quizá en el pasado podría haber llegó a pasar, pero no sé, esta vez fue diferente. Durante ese año que se alejó pude justificarlo con el hecho de que yo me comportaba como una niña mal educada y caprichosa. Pero no me puede culpar así fue como me criaron, a tener todo con solo pedirlo, a que me hagan caso solo con poner una voz chillona y ojos del gato con botas. Así es como conseguía todo y me acostumbre a eso.
Con Julián me di cuenta que no podía utilizar esa manera de ser para conseguir que siga conmigo.
Cuando se fue supe que huía de ese compromiso, sabía que huyo de toda responsabilidad, claro está que no me espera que él hiciera una vida falsa. Desde ese momento sabía que siendo una niña de quince años no iba a conseguir nada. Busque ayuda profesional que me ayudara a cambiar pro completo, aunque en un inicio me dijeron que esa era mi esencia y que no deba cambiar en ese aspecto, el punto era madurar y saber que entraré a una etapa nueva de mi vida. Sería una mujer casada.
Después yo misma me di cuenta que no necesito pedirá algo a nadie par tenerlo. Ya con ser la prometida de Julián muchos me dieron el respeto que me merecía. Conocía a mi esposa desde hace muchos años, sabía que él no le gustaba mucho este mundo, pero su ambición le podía más y necesitaría un amuje rue lidere a su lado. empecé a tomar responsabilidades a Julian no le gusta.
Matar gente y encargarse de personas entrometidas. Eso le ha gustado a él.
No es que ame matar gente que se mete con nosotros, pero siempre he tenido estomago para esa clase de cosas. Mi padre desde pequeña me ha hecho participe de eso eventos. Se me ha metido en la cabeza que no debo sentir compasión por enemigos del cartel. He crecido sabiendo que no tengo que tener remordimiento cuando jalo el gatillo.
A pesar de que Arturo jamás ha estado metido en algún cartel como lo estoy yo ahora, siempre ha sido un fuerte aliado dentro de los procesos penales. Mi padre es ese juez que desestima los casos de desapariciones, es ese fiscal que se deja sobornar para que no se investigue el caso de un femicidio. Es una mierda, pero es lo que me toco y tengo que aguantarlo.
Incluso me pongo a pensar que yo podría ser esa mujer que desapareció, esa mujer a la que violaron y mataron. Pero sé que no es así. Por más que mi padre haga enojar a un cartel ahora mismo tengo la protección de Julián nadie se metería con la mujer del jefe.
Entonces dispuesta de pensar lo suficiente, me di cuenta que no puedo estar sin él, que no estoy dispuesta de rendirme tan fácil solo por algo del pasado y que él hizo solo por enojo. Ya lo dije justifico sus actos debido a la actitud que tuve con el por muchos años.
Él regresó a mí, decidió seguir conmigo y casarse como el yo lo habíamos querido siempre. Julian me ama y me lo ha demostrado.
Puede arreglar las cosas con él como adultos que somos. Todo está bien ahora mismo y espero las coas no se complique por la chica.
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Dinastía ©
Ficção GeralSon dos mundos completamente diferentes, pero ambos tienen el mismo objetivo. Julián, líder de todo el cartel mexicano y con una vida que odia lucha día a día por mantener el honor de su familia en alto. Un chico tranquilo con una vida que no quier...