Capítulo 15

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La furia, la rabia y el disgusto total nublaron la mente de Lan Zhan mirando a Wen Chao y Jin Zixuan. Ver a Wei Ying de rodillas, con las manos detrás de la espalda solo provocó un poco de fiereza que Lan Zhan no estaba seguro de que desapareciera a menos que los dos matones también estuvieran de rodillas, suplicando piedad.

Los ojos de la ira permanecieron perforados en los dos matones, "Wei Ying, ¿estás bien?" Fueron las primeras palabras que se derramaron de la boca de Lan Zhan. Por una fracción de segundo, el calor de su rostro se evaporó y su voz se calmó. "¿Te hicieron daño?"

Wei Ying luchó por escapar del agarre de Jin Zixuan. Tropezando en su camino hacia arriba, Wei Ying se sacudió el polvo, arregló el montón de desorden en la parte superior de su cabeza y soltó una risita nerviosa en dirección a Lan Zhan. Lan Zhan parecía enojado y, a decir verdad, Wei Ying no quería que comenzara una pelea. Lan Zhan podría ser encarcelado si hace algo estúpido y mañana es luna llena.

"Ah Lan Zhan", Wei Ying sonrió tensamente, "¿qué te trajo aquí? Solo estábamos teniendo una conversación amistosa, nada de qué preocuparnos".

Wen Chao gruñó, y Jin Zixuan puso los ojos en blanco ante las mentiras de Wei Ying. Aunque Lan Zhan parecía aterrador, Wen Chao no se iba a encoger en la esquina, después de todo, tenía una reputación que ocultar. "¿Y quién es éste?" Wen Chao se burló, alejándose de Wei Ying, "¿Mary Poppins?"

Tanto Wen Chao como Jin Zixuan estallaron en carcajadas ante el humor seco de Wen Chao. Wei Ying arqueó una ceja. Odiaba como nunca a los dos matones, pero debía dárselo a Wen Chao, Lan Zhan se parecía a Mary Poppins de alguna manera. Por un lado, la camisa blanca de cuello alto con volantes y la pajarita azul que usaba no ayudaba en su caso. Todo lo que Lan Zhan necesitaba ahora era un paraguas y un sombrero, y está listo para comenzar.

Con las mejillas hinchadas, Wei Ying trató desesperadamente de contener la risa. "Lan Zhan, vámonos." Wen Ying dijo, sosteniendo el brazo izquierdo de Lan Zhan. Wei Ying tiró, pero Lan Zhan no se movió, sus ojos nunca dejaron a los dos hombres que reían. "¿Lan Zhan?"

Las palmas se cerraron en puños, "no hasta que esos dos se disculpen primero", dijo entre dientes Lan Zhan.

"Pfft", se rió Wen Chao, secándose una lágrima imaginaria de su ojo, "¿nos disculpamos con ese idiota? Ni en un millón de años".

Jin Zixuan se enderezó y asintió con la cabeza, "es cierto, incluso si nos suplicas también, no lo haríamos".

"Vamos." Wei Ying tiró de su brazo, pero Lan Zhan lo ignoró. Sabía que Wei Ying había sido acosado constantemente durante la universidad, eso tenía que terminar, y como nadie estaba dispuesto a ayudar, Lan Zhan lo haría.

Wen Chao avanzó, "en tus sueños, niño bonito. ¿Por qué no te acuestas en una zanja y esperas a tu amiguito, porque cuando terminemos con él, ahí es donde terminará, en una zanja? . "

Eso lo hizo. Lan Zhan gruñó un gruñido real. Con los ojos brillando de un rojo brillante, casi como un demonio, a Lan Zhan ya no le importaba si alguien lo veía. Si Wen Chao y Jin Zixuan no escuchan, aprenderán. "Bien entonces." Lan Zhan sonrió, una sonrisa arrogante cuando tanto Wen Chao como Jin Zixuan parecían desconcertados por su apariencia antinatural. "Te lo adverti."

Wei Ying tragó saliva. Sabía lo que estaba a punto de suceder y sabía que no podía hacer nada para detenerlo. "Lan Zhan, vámonos", susurró Wei Ying una última súplica en el oído de Lan Zhan.

"No," Lan Zhan tiró bruscamente de su brazo, y como un cazador, Lan Zhan se acercó a su presa hasta que se puso boca arriba a centímetros de Wen Chao.

Lan Zhan ha cedido, dejando a un lado su mente sana, permitiendo que el lobo de adentro tome el control absoluto. Los dos matones deberían haber sabido que nada llega sin consecuencias. Lan Zhan les había dado la oportunidad de disculparse, se negaron. Ahora, ni siquiera los dioses del cielo pueden salvarlos del pecado que Lan Zhan está a punto de cometer.

Mi vecino es un hombre lobo [Traducción ESP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora