Mi vecino es un hombre lobo [Traducción ESP]

Capitulo 23

En una clase abarrotada de estudiantes sucios y bulliciosos. El constante estallido de chicle de la chica solitaria en el asiento trasero. El vaivén de papel raspado de los dos nerds a su lado. Y el molesto chasquido proveniente del aspirante a chico malo en el extremo izquierdo, Wei Ying mantuvo la cabeza gacha, escribiendo en el pequeño bloc de notas.

Ha pasado una hora desde que había estado tomando páginas y páginas de notas que el maestro de la clase, el Sr. Chang, les dejó para que las completaran mientras él estaba fuera por un asunto oficial del maestro. Y aunque Wei Ying mantuvo su enfoque en la pizarra que tenía delante, su mente estaba en otra parte, volviendo a la cita de anoche con Lan Zhan y lo refrescante que fue aceptar sus sentimientos. Sin embargo, a pesar de comprender que ahora tiene un alma gemela, hay una voz escéptica, en la parte posterior de su cabeza, que le dice a Wei Ying que no debe apresurarse al decidiese marcar a Lan Zhan de por vida.

Cuando pasó otra hora y las campanas comenzaron a sonar, señalando el final de la jornada escolar, Wei Ying permaneció inmóvil de su escritorio. Teniendo demasiadas asignaciones de último minuto para entregar, Wei Ying pensó que era mejor si se quedaba atrás para completarlas, o al menos intentarlo.

Sin embargo, no queriendo que Jiang Cheng lo esperara, o que Lan Zhan se preocupara, Wei Ying sacó el teléfono celular de su bolsillo trasero y les envió un mensaje a su hermano y a Lan Zhan, informándoles que necesitaba quedarse después de la escuela, y que llegaría tarde.

Como era algo normal que Wei Ying hiciera, Jiang Cheng no le prestó atención, y aunque Lan Zhan parecía no preocuparse por el simple texto. Le dolía el corazón al pesar de que Wei Ying le dijo que iba a ser cauteloso.

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Al salir, Wei Ying pudo sentir que hay algo a la vuelta de la esquina que no se siente bien. Llámalo instintos de hombre lobo, pero hay algo, posiblemente alguien acechando a la vuelta de la esquina. Maldiciéndose a sí mismo por haber dejado la escuela tan tarde, Wei Ying ajustó las correas de cuero de su mochila y comenzó a caminar por las calles vacías.

A cada paso que daba, el sonido rebotaba en la acera cubierta de piedra y, aunque el crepúsculo se acercaba, la sensación de ser observado nunca desaparecía. Una parte de Wei Ying, la vocecita en la parte posterior de su cabeza le decía que corriera y se escondiera. Pero no lo hizo. En cambio, Wei Ying se rió de sus tontos pensamientos y siguió su camino, porque no era un cobarde.

Cuando Wei Ying giró a la derecha, pasó por el basurero y se acercó a un callejón abandonado, fue entonces cuando el miedo y un poco de nerviosismo se apoderaron de sus entrañas hasta que pudo saborear la bilis que le subía por la garganta. A estas alturas, el sol ya se había ido, dejando atrás una espeluznante penumbra en los cielos.

Olfateando el aire, queriendo estar seguro de que no lo estaban siguiendo, el corazón de Wei Ying se hundió cuando se confirmaron sus preocupaciones de que no estaba solo. Hay alguien mas. ¿Un olor distintivo a dulces, tal vez algodón de azúcar? Wei Ying no estaba seguro, aunque pensaba que sí.

Con un profundo suspiro, Wei Ying tragó saliva y comenzó a caminar a toda velocidad por la zona desierta. Sin embargo, antes de pasar el segundo contenedor de basura, un crujido, seguido de una explosión de risa infantil vino detrás de él, instantáneamente detuvo a Wei Ying en seco.

Xue Yang, "Bueno, bueno, bueno. Pero si es el  lobo bebé".

Allí, vestido de negro y con el cabello bien atado en una cola de caballo apretada, Xue Yang estaba de pie. Una sonrisa amenazadora se plasmó en su rostro engreído mientras tragaba el último trozo de barra de chocolate que había estado masticando.