Mi vecino es un hombre lobo [Traducción ESP]

Capítulo 14

Los días que siguieron a la primera cita no oficial de Lan Zhan y Wei Ying fueron sorprendentes para ambos. Las cosas cambiaron, principalmente porque Lan Zhan parecía haberse abierto tremendamente hacia Wei Ying, no había más tensión y parecía que un peso se había levantado.

Desde entonces, cuando estaba solo, Lan Zhan reavivaba los recuerdos de él en su forma de lobo lamiendo y besando a Wei Ying en la cara. A veces sonreía ante ese recuerdo y, a veces, se tiraba a la cama, agarraba una almohada y se reía como un hombre-bebé adulto y enamorado.

Hablaron mucho, de todo lo imaginable, principalmente de Wei Ying, porque Lan Zhan estaba satisfecho con solo escuchar. Se quedaban despiertos hasta tarde por la noche viendo programas sobrenaturales juntos, conversaban juntos durante la cena y, a veces, Lan Zhan ayudaba a Wei Ying con su tarea. Incluso hubo casos en los que Wei Ying se colaba en el baño por las mañanas mientras Lan Zhan se cepillaba los dientes para tener una pequeña charla. A Lan Zhan no le importó. Estaba perdidamente enamorado.

Wei Ying todavía no tenía permitido regresar a casa. A una parte de él no le importaba, no cuando ahora tiene una compañía a la que le gusta tenerlo cerca y hace que su corazón palpite de vez en cuando. Lan Zhan se convirtió en el mejor amigo que siempre había querido y nunca había tenido.

Jiang Cheng ha estado ocupado con la escuela y su próxima competencia de atletismo. Durante las tardes, todavía encontraba tiempo para pasar por la casa de Lan Zhan con más frecuencia de lo habitual, ya que unos días antes decidió que ya no quería quedarse en una casa llena de hombres lobo. Ahora se queda en la casa de al lado y la de su hermano.

Y Nie Mingjue nunca se ausentó. Aunque pasa la mayor parte de su tiempo dentro de la habitación de Xichen, tratando de contemplar cuándo atacarían Xue Yang y su pandilla, mientras consuela a su amante inconsciente. Cuando el aburrimiento ataca, Nie Mingjue, con gran dificultad, se toma el tiempo para socializar, una vez al día, cuando no hay nadie alrededor excepto Lan Zhan.

Sin embargo, algunas cosas siguieron igual. Lan Xichen no se había despertado de su estado de coma, y ​​Wei Ying todavía no podía verlo. A veces, Wei Ying preguntaba a Lan Zhan por qué. Esa es la única vez que Lan Zhan lo ignoraría, ya que Lan Zhan todavía lo tenía incrustado en su cabeza, Wei Ying no podría manejar la dura realidad que los hombres lobo tenían que enfrentar. En el lado positivo, Lan Xichen, por primera vez, hizo movimientos, pequeños gestos con los dedos y el aleteo de los párpados, por lo que Lan Zhan estaba agradecido.

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Es el día antes de la próxima luna llena.

Wei Ying insistió en que todo está bien. Está bien, dijo. No hay nada de qué preocuparse, dijo. Lan Zhan estará allí para ayudarlo a transformarse, dijo.

La verdad es que Wei Ying era un manojo de nervios y en lugar de decirle a Lan Zhan y Jiang Cheng cómo se sentía realmente, Wei Ying decidió pasar por alto todas y cada una de las señales que sabía que no debería ignorar e ir a la escuela, fingiendo que no lo estaba. Estoy a punto de tener un ataque de pánico en cualquier momento.

No solo eso, su glándula olfativa se había vuelto loca, dejando a Wei Ying respirar algunos olores desagradables de los botes de basura, las hormonas de sus compañeros, los baños de la escuela. Oh, y Wen Chao. Aparte de esas atrocidades, había algo más que Wei Ying detectó dentro de los confines de su escuela, algo de escarcha y sándalo. Lan Zhan.

Una pequeña fracción de Wei Ying estaba amargada, simplemente porque antes le había pedido a Lan Zhan que no lo siguiera a la escuela. Sabía que Lan Zhan estaba preocupado por él, pero necesitaba tiempo para sí mismo. Al final, después de varios pucheros falsos, Lan Zhan prometió que no lo haría. Wei Ying ahora sabía que eso era una mentira, porque podía oler todo a kilómetros de distancia durante la última hora, y el olor de Lan Zhan había estado apestando por toda la escuela.

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Se suponía que hoy sería el gran día de Wei Ying antes de que Wen Chao le arrebatara esa oportunidad y lo suspendiera. Así es, hoy es la obra de la escuela. En lugar de ser el protagonista masculino, Romeo, que se supone que hará perder la cabeza a Julieta, a Wei Ying se le asignó la tarea de ser el chico de los recados de los artistas de la obra. Fue un cambio de último minuto que a Wei Ying no le gustó ni un poco, pero no pudo decir que no ya que su historial de ser un estudiante sobresaliente ya no era alcanzable.

Con mucho esfuerzo y sudando profusamente, Wei Ying se desplomó dentro de la sala de teatro de la escuela con un montón de disfraces en las manos. "Dios, estoy cansado", murmuró Wei Ying para sí mismo mientras se secaba el sudor de la frente. Entonces, de repente, inesperado, un escozor emergió en su boca. Wei Ying gimió. Es la segunda vez que sucede en el día. Sus caninos, que habían crecido aproximadamente una pulgada de largo, se sentían como si estuvieran a minutos de salir. El dolor, sin embargo, desapareció rápidamente como si nunca hubiera estado allí, para empezar.

La sala de teatro estaba llena de estudiantes, todos contribuyendo de alguna forma a la obra de la escuela. Todos excepto Wen Chao y Jin Zixuan. Wei Ying no sabía qué estaban haciendo los matones aquí, pero una cosa era segura; no puede ser bueno. Cuando sus ojos se posaron en Wei Ying, fue cuando supo que venían especialmente para él. "Mierda," Wei Ying tragó saliva, arrojó los disfraces en la esquina y salió disparado del suelo. "No puedo permitirme entrar en otra pelea, definitivamente seré expulsado". Murmurando para sí mismo, Wei Ying corrió hacia la puerta, evitando el contacto visual con los dos matones.

"¿Y a dónde crees que vas, idiota?" La voz de Wen Chao resonó desde atrás, lo que provocó que Wei Ying se detuviera en sus movimientos. Los dos estaban detrás de él, Wei Ying lo sabía. También sabía que si querían hacerlo papilla, no podía hacer nada a pesar de que ahora era más fuerte que los dos juntos.

"¡Todos, fuera!" Wen Chao gritó. En cuestión de segundos, todos en la habitación se apresuraron hacia las puertas, todos excepto Wei Ying, que estaba parado en su lugar. "Date la vuelta."

Suspirando, Wei Ying esbozó una gran sonrisa e hizo lo que le dijeron. "¿No has tenido suficiente", se burló Wei Ying, sabiendo que sería carne muerta en cualquier momento, "volviste por más?" Wei Ying se rió entre dientes.

Wen Chao, "tú -"

"Nadie está aquí para salvarte esta vez", interrumpió Jin Zixuan. Una sonrisa pomposa en su rostro, "ya ves lo que le hiciste a mi amigo aquí, prepárate para empeorar".

Asintiendo con la cabeza en señal de aprobación, Wen Chao se rió entre dientes, "así es, te enseñaremos una lección que nunca olvidarás".

Wei Ying gimió. No podía defenderse, una vez más, hablar para salir de situaciones malas era su especialidad. "Vamos, chicos", una voz llena de falsa lástima, Wei Ying hizo un puchero. "No vayamos allí, ¿de acuerdo? Haré cualquier cosa excepto eso. ¿Qué tal esto? Haré las tareas de ambos durante un año, ¿qué dicen? Incluso arrojaré el dinero del almuerzo como bonificación. "

"No hay trato, idiota", gruñó Wen Chao, pensando en cómo podía degradar a Wei Ying de la manera más vergonzosa sin ser suspendido o expulsado. "Te diré algo, te dejaremos ir si te arrodillas y lames nuestras botas como el perro que eres", dijo Wen Chao mientras comenzaba a reírse de su broma de mal gusto. Jin Zixuan se unió poco después.

Wei Ying arrugó la cara con disgusto. Dijo que haría cualquier cosa. Pero eso, eso fue un gran no-no. "Um. No lo creo", respondió Wei Ying, forzando las palabras. "No, creo - Oye, ¿qué estás haciendo?" Antes de que Wei Ying pudiera entender lo que estaba pasando, Jin Zixuan ya estaba detrás de él, agarrándose fuertemente a sus brazos detrás de su espalda.

"¡Arrodíllate, idiota!" Wen Chao arremetió, enviando un puñetazo al estómago de Wei Ying con su mano ilesa. Wei Ying se inclinó hacia adelante, tosiendo. En su estado de aturdimiento, Jin Zixuan lo obligó a ponerse de rodillas. "Ahora lame", se rió Wen Chao, sacando su bota sucia para que Wei Ying la lamiera.

Wei Ying tragó la bilis dentro de su garganta que estaba saliendo. Asintiendo frenéticamente, Wei Ying cerró los ojos deseando algún milagro. Wei Ying sabía que podía tomarlos a ambos, pero ¿a qué costo?

Wen Chao parecía haberse impacientado. Apretando los dientes, tropezó con los pies en el suelo. "¡Lamelo, digo!"

De repente, un gruñido animal sonó al abrirse y cerrarse la puerta de entrada. "¿O que?"

Con fastidio, Wen Chao y Jin Zixuan se volvieron para ver quién se atrevía a molestarlos. Todavía de rodillas con la cabeza agachada, Wei Ying sonrió, porque ya lo sabía.