Capítulo 15

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La noche caía sobre la ciudad, muchos monstruos ya no permanecían en las calles por temor a no volver con vida al día siguiente.

Aunque los crímenes contra los humanos habían cesado, algunos de ellos seguían enojados, buscaban vengarse por los seres queridos que habían perdido.

Justamente en una calle se encontraba un grupo de humanos con plan de lastimar a cualquier monstruo que vieran pasar. El líder de ellos llevaba un chaleco de mezclilla y sus brazos llevaban tatuajes en forma de fuego, mientras se disponía a encender un cigarrillo noto a un niño monstruo de color blanco y sueter verde rondando por el área.

El líder creyó que sería una presa fácil, llamó a su equipo y se dispusieron a perseguirlo. Lo que ignoraban es que habían caído en una trampa.

Después de dar unas vueltas, pudo separar al grupo de humanos y llevar al líder y otros cuatro más a un callejón oscuro.

-¡Maldición!- dijo el líder al ver que estaban contra la pared mientras que el monstruo blanco los apuntaba con su espada.

-Jefe ¿Qué hacemos ahora?- preguntó un integrante del grupo.

-Qué no es obvio, PELEAR.- Adoptó una posición de luchador de box y se dispuso a atacar a Asriel.

Los demás del grupo lo siguieron, el líder lanzaba puñetazos fuertes contra Asriel pero no lo suficiente para derribarlo.

Para el pequeño era muy fácil esquivar sus golpes.

Sus camaradas intentaron golpearlo con palos o lanzando sus navajas, pero Asriel los bloqueaba usando su espada, a veces bateaba las navajas para clavarlas en sus brazos o piernas para inmovilizarlos, sin matarlos.

El líder volvió a atacar, Asriel esquivo bien los dos primeros golpes, pero el tercero le dio justo en el estómago, lanzándolo varios metros del humano.

-Tu eres un monstruo bastante peculiar.- comentó con voz severa el líder, mientras se acercaba con lentitud.

Asriel se levantó del suelo sin complicaciones -Jajajajaja.... Quién lo diría, no eres tan malo lanzando tus ataques para ser un don nadie- le sonrió a su contrincante.

-¡Eres un...!- Lanzó una navaja a Asriel, pero solo logró rozarle el rostro mientras Asriel se acercaba velozmente a él. Dándole un golpe en toda la cara usando solo su puño, cayó al suelo y el humano comenzó a quejarse de dolor, Asriel le había roto la nariz.

-Evitemos decir malas palabras ¿Quieres? Debemos mantener la buena educación, no queremos dar una mala impresión.- dijo Asriel sarcásticamente.

-¡Púdrete!- seguía quejándose el humano por el dolor de su nariz, intentaba parar el sangrado.

Tras escuchar sus palabras, tomó su cabeza y la estrelló contra el suelo. -Escucha bien pedazo de porquería, si no los he matado es porque quiero hacer un trato con ustedes.

-¿Quién querría hacer tratos con un demonio como tú?

-Porque tengo una buena oferta- Quitó su mano de la cabeza del humano. -Como saben, los monstruos y humanos nunca debieron coexistir en el mismo planeta, puedo ayudarlos a desaparecer a todos los monstruos en un solo golpe.

-¡¿Cómo?! -Se incorporó. -No me hagas reír, un monstruo queriendo la destrucción de todos los suyos Jajajaja Suena muy absurdo, ¿no?

-A mi me parece más divertido que una de los suyos los haya traicionado. ¿Y ella qué ha hecho por ustedes?

El humano le clavó la mirada furioso.

-Puedo sentir su odio hacia los que son como yo, pero les falta más... experiencia. Acepta trabajar conmigo y te prometo que tendrás el poder para liquidarlos- Asriel extendió su mano.

-No confío en un monstruo, no desde que uno le quitó la vida a mi hermano.- Lanzó un escupitajo.

-Lo entiendo.- Bajo la mirada y luego sonrió. -Tal vez ella pueda hacerlos cambiar de opinión.

Debajo del humano, una sombra formaba la silueta de una pequeña niña pero lo que más aterraba era que mostraba una sonrisa macabra y sus ojos estaban rojos. La sombra cubrió al humano sin dejarlo mover.

El corazón del líder se oscureció, había sido poseído.

Asriel activo la estrella blanca donde a todos los presentes les brindo un poco de su luz, era experiencia de exterminio que él había acumulado. No tardaron los humanos en incrementar su nivel de poder. En la cara del líder se le dibujó una sonrisa, había perdido su ser al igual que sus camaradas.

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Frisk se despertó abruptamente de su sueño.

Se encontraba en su cuarto y aunque estaba bien abrigada un escalofrío recorría todo su cuerpo. Se levantó para buscar unas cobijas extras, pero se detuvo enfrente del espejo.

Cuando miro su reflejo parecía ser ella, pero en unos mili segundos, sus ojos se volvieron negros y lagrimas del mismo color corrieron por sus mejillas.

Frisk se asustó y dio varios pasos atrás, cuando volvió a mirar su reflejo era ella sin ningún cambio.

Definitivamente un mal presagio.

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