-¿Así que Paps quiere inscribirse a un concurso de artes marciales para monstruos?
-Oíste bien.- Dijo Undyne.
Sans y ella se encontraban aún en el parque, sentados en el borde de una fuente.
Sans la miró esperando una explicación.
-Fue idea de la embajadora, Frisk. La chiquilla pensó que sería justo, los humanos hacen concursos de este estilo ¿Porque no los monstruos? Además, podre ser parte de los jueces.
Sans se puso serio.
-A Paps le agrado la idea, ya que no pudo ser parte de la Guardia Real, pero no sabe como decírtelo... Siente que lo proteges demasiado en este asunto.
El bajo la mirada, recordando que en algún tiempo un humano. No, un monstruo había matado a su hermano, sin ofrecerle una pizca de piedad.
-A mí también me pareció una buena idea...-siguió diciendo Undyne.-Recuerdas los primeros años en la superficie...Frisk estaba ocupada siendo la niñera de todos, apoyándonos con nuestra mudanza hacia nuestra nueva vida. Luego...
Una noche oscura de luna nueva, donde las estrellas no pueden verse por las nubes del cielo. Los monstruos disfrutaban explorando las transitadas rutas de los pueblos cercanos a la montaña Ebott, uno en especial se desvío de su camino por el maullido de un minino.
La criaturita no encontraba a su mamá, tenía hambre y estaba lastimada de una patita.
-No te preocupes.- dijo el monstruo al encontrarlo, tomándolo con cuidado.
-Encontraremos a tu mamá y se quien puede ayudarte con esa patita, amigo.Al principio el minino temeroso no dejaba que lo acariciara, pero al notar en los ojos del monstruo una gran bondad se dejo hacer mimos.
-¡Hey tú!- grito una persona detrás de ellos.
El monstruo se giró para ver de donde provenían tales voces, eran tres personas con mirada siniestra y espeluznante... ¿Habría visto esa mirada antes?
-Cuenta la leyenda, que nosotros los encerramos en esa asquerosa montaña por ganarles en una guerra.
-Y que nuestros poderes son más fuertes que ustedes.-Agregó otro.
-¿Porque no probamos sí eso es cierto?- Atacaron con lo que tenían a la mano.
El monstruo intento huir junto con el gatito, le habían advertido de gente como ellos, sólo con el deseo de herir a alguien, la piedad no funcionaba en ellos.
Podía usar sus poderes para retenerlos, pero no lo hizo. Pensó que podría perderles o que encontraría a alguien que lo ayudase.
Lo acorralaron en un callejón oscuro y cerrado.
-¡Ahora!- Lanzaron piedras para golpear al pobre monstruo que cubría al gatito para que no recibiera el ataque.
-¡Trae aún el gato! Jajaja Si será estúpido.- Su roca acertó en la frente del monstruo.
-Esa bola de pelos no tiene futuro. ¡Míralo! Está tan flaco que ni los cuervos se lo comerían.- comento otro.
-Aún creo que puede salvarse...- susurro el monstruo.
De repente las piedras cesaron, el monstruo que cubría sus ojos con el antebrazo se sorprendió al encontrar a Frisk frente a él recibiendo el golpe de las últimas piedras.
-¡Frisk!- gritó entre preocupado y alegre.
Ella se giró a verle con una sonrisa, acercándose para ayudarlo a levantarse del suelo.
-Esa...esa niña es la que está a favor de esos monstruos...-Comentó uno de los malos.
-Deberíamos irnos antes que traiga a más de sus amigos.- dijo otro asustado.
-Si ella está a favor.-Opino el jefe de ellos tomando una piedra que tenía el tamaño de su palma.- Será tratado como uno.- Lanzó la piedra directamente a la niña, pegándole en la espalda.
-¡Frisk!- grito antes de que la humana se cayera por el dolor.
-Estoy... bien Papyrus, cuida... bien a ese gatito.-Dijo Frisk con dificultad ya que las lágrimas estaban a punto de aparecer.---Mantén tu determinación---
-¡¿Qué estás haciendo?!- dijo uno asustado por lo que su compañero acaba de hacer.
-Cuando yo llegue, los muy imbéciles habían huido, una señora fue muy amable en curar las heridas de los dos, pero Papyrus se sentía terrible...-dijo Undyne.
-Frisk lo siento mucho.- Abrazo a la humana, se encontraban sentados en una banca de madera colocada en frente de la casa.
-¿Porque pides perdón?- pregunto ella con asombro mientras también lo abrazaba.
-Debí de protegerte de esas rocas... Ahora también estas lastimadas y con banditas en la cara.- Sus lágrimas empezaron a salir.
-Los dos estamos llenos de banditas- Río ella mientras lo abrazaba más fuerte.-No tienes porque pedir perdón, atacarlos hubiera sido una mala idea... Las personas no son tan tolerantes en algunas cosas...-agregó ella.
-Pero...- protestó.
-Oye lo bueno es que el gatito está bien.-le recordó la pequeña.-¿Quieres verlo? Está tomando la siesta, la señora dice que puede quedárselo ¿No es genial?-No tienes que recordármelo.-mencionó Sans.
Aquella noche Paps no fue el único que lloro en sus brazos.
---Mantén tu determinación---
Sans llegó a la habitación de Frisk, escuchando desde la puerta.
---No te rindas, mantén tu determinación---
Repetía ella en un susurró
Mantén...
Sans sintió un escalofrío correr por su cuerpo, entrando a su habitación apresurado.
Enfrente de Frisk había aparecido una estrella brillante.
-¡No la toques Frisk!- entró en pánico.
-Sans...- lo miro con una sonrisa triste, el otro creyó que la decisión había sido tomada, sin embargo Frisk rompió en llanto corriendo a los brazos de Sans.
-E-está bien, chico.- La abrazo para calmar su llanto.
-Intento que todos se lleven bien, pero...-Volvió a llorar.
-Lo sé chico, una carga pesada para una pequeña niña...-
La estrella se desvaneció poco a poco y Sans estuvo más tranquilo al no verla otra vez.
-Perdóname Sans, perdón.- Sollozaba.
-No chico, perdóname a mí por hacerte prometer algo tan difícil.-Bueno es por eso que decidí entrenarlo aunque sea para un tonto concurso, le dará seguridad, lo hará más fuerte.-dijo Undyne.
-Tal vez tengas razón.- Se levanto para estirarse. -Solo no quiero ver a mi hermano tumbado en su cama por tu culpa.
-¡Hey! ¿A dónde vas punk?- Regaño a Sans, levantándose de un salto.
-Creí que habíamos acabado el sermón de hoy ¿Acaso no llegamos a un acuerdo?
-Pero no era de lo único que quería platicar contigo.-Se cruzó de brazos.
-Welp lo demás puedes enviarlo por correo a mi oficina o pedir una cita a mi secretaria. Tengo trabajo que hacer...- Intento escapar, pero Undyne lo volvió a tomar de su chamarra.
-¿Podrías no volver hacer eso? Salen caras las chamarras hoy en día.
-Cada día haces chistes más tontos ¿lo sabías?
-Jejeje
Suspiró Undyne- ¿Qué hay entre tú y Frisk?- dijo impaciente.
-¿De qué hablas?- se puso nervioso.
-No mientas- soltó su chamarra.- Fuiste tú quien aventó al humano, lo vi, no puedes engañarme.
-¿Segura qué no viste mal?
-¿Crees que nací ayer? ¿A quién quieres engañar?- retó.
-A ti- bromeó Sans.
-¡Entonces lo confiesas!
El, sonrojado gritó- ¡¿Qué yo no hice nada?!
Undyne hizo una sonrisa picará -¿Te gusta no es así?
-N-no- Tartamudeo resaltando su sonrojo aún más.
-Fuhuhu ¡Sabía!-dijo ella emocionada, provocando que Sans desviara la mirada.
-Punk, si no querías que se notará no deberías actuar tan raro alrededor de ella.
-No actuó raro.- Defendió.
-Claro.- dijo con sarcasmo.
-¿Y cuando piensas decírselo?
-¡¿Qué?!- exclamó Sans.
-¿O quieres que se lo diga yo?
-¡No! Escucha... se lo diré cuando sea adecuado ¿ok?
-Bien pero recuerda que hay alguien se te está adelantando.
-Lo sé- sonó desanimado.-----------------------------------------------------------------
Música original por: Toby Fox- Premonition.
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Don't reset
FanfictionHan pasado 7 años desde que Frisk salvo a todos los monstruos del Subsuelo y Sans a descubierto un cierto sentimiento hacia ella. La pregunta es ¿Podrán un monstruo y un humano estar enamorados? ¿Quienes estarían a favor y quienes en contra? En la...