Capítulo 19

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-Frisk... Frisk... ¡Frisk!

La humana abrió poco a poco sus ojos, se encontraba recostada en una cama del hospital.

-¡Frisk! ¡Oh mi niña! Gracias al cielo que despertaste.- dijo Toriel mientras le daba un beso en la frente y tomaba su mano cariñosamente.

-¿Qué pasó? ¿Cómo llegué aquí?- decía en voz baja.

-Pasó todo muy rápido, ese grupo de criminales pudieron entrar al evento matando a los guardias de seguridad y ¡Bueno! ahora están en prisión, con excepción de algunos que se encuentran en el hospital recuperándose de unas heridas, creo que algunos de nosotros no pudimos medirnos en nuestro poder, incluyéndome.

-¿Y Sans? ¿Dónde está? ¡¿Se encuentra bien?!- intentó incorporarse, pero su madre no la dejo.

-El esta bien, solo está muy preocupado por ti. Fue el primero en llegar a donde tú estabas...

Los recuerdos de ese momento en el palco llegaron de golpe dándole un tremendo dolor de cabeza.

-¡Ahhh!- se quejó del dolor y llevó las palmas de sus manos a su cabeza.

-No te preocupes mi niña. El doctor te ha puesto un suero con medicación para aliviar tu dolor, pronto pasará.

Frisk cerró los ojos fuertemente, mientras sentía como la medicina hacía que el dolor bajará poco a poco.

-Me comentó el doctor que le impresionó tu mejoría y que pronto te darán el alta.- mencionó su madre en voz baja.

Frisk respiró lentamente, el medicamento había ayudado a su dolor de cabeza.

-Mamá podrías traerme un vaso con agua, por favor. Tengo un poco de sed.- dijo Frisk mostrando una sonrisa convincente.

-Claro que sí, veré si una enfermera puede traernos un vaso de agua. No tardo.- se levantó del asiento aún lado de su cama y se dirigió a la puerta.

Frisk checo su estatus, su vida había aumentado al igual que su ataque y defensa, todo gracias a su nivel 15.

-¡Qué! No, no, no, no, debe de haber un error. ¡No he matado a nadie! ¡¿Cómo es que ha subido mi nivel?!- el miedo se apoderó de ella. -¡Oh! Sans va a odiarme- se quitó de prisa el catéter que tenía en su brazo y un dispositivo en su dedo que monitoreaba su pulso. Se levantó, se quitó la bata del hospital y fue por su ropa que estaba en un pequeño armario blanco.

-Debo salir de aquí- pensó y se cambió lo más rápido posible. Abrió la puerta y con cuidado cruzó los pasillos tratando de evitar el contacto con su madre o cualquier doctor.

Salió del hospital y tomó "prestada" una bicicleta recién estacionada.

Pedaleo lo más rápido posible al monte Ebott.

La tarde caía y una gran lluvia azotó la ciudad, pero aún con eso Frisk no se detenía.

Su ropa y cabello se encontraban sumamente empapados, pero a ella no le importo. Cuando por fin llegó a las faldas del monte, dejó la bicicleta a un lado y siguió subiendo hasta llegar a la entrada donde las flores doradas recibían la suave lluvia.

Frisk volteó a mirar la ciudad y luego miró el gran valle de flores.

-¡Esto es lo que quieres de mí! ¡Que acabe con este mundo de nuevo!- grito enfurecida hacia el cielo.

-¡No crees que fue suficiente! ¡Hice muchos reinicios en el pasado! Investigue cada detalle del subsuelo que querías ¡¿Porqué no me dejas en paz?!- se arrodillo en el valle de flores.

Don't resetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora