6.

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--Kagami, ¿ya te vas?--. Preguntó Marinette al notar que la japonesa llevaba su delantal en los brazos.

--Si Majestad--. Asintió Kagami, dando una pequeña reverencia.

Esto extrañó a Marinette, eran las tres de la tarde, y terminaba su trabajo a las seis. Aunque supuso que esto era porque ya estaban en invierno, y la nieve no se hizo esperar.

Los jardines eran imposibles de mantener, y los jardineros ya no eran necesarios. Lo que significaba que Kagami empezaría a trabajar menos horas y al final ya no vendría hasta que la nieve cese.

Eso no era de su agrado, llevaba un mes y medio hablando con la criada, y lo disfrutaba bastante. Así que no le daba gracia la idea de dejarla de ver durante un mes.

--¿Vendrás a trabajar mañana?--. La monarca la miró, queriendo saber que pasaría con la contraria.

--No Alteza, tendré algunas semanas libres--. Kagami no estaba entusiasmada por las vacaciones forzadas.

Esta época siempre eran problemáticas, pero ahora que necesitaba dinero para pagar a la curandera que recetaba a su madre, lo eran mucho mas. Además conseguir trabajo en invierno era casi imposible, y ni siquiera podría vender.

Y obviamente sus niños tampoco, y menos Tomoe.

--Suena como algo inconveniente--. Dijo Marinette, suponiendo que no le pagarían en esas semanas.

--Lo es, será una época dura--. Kagami suspiró mentalmente, imaginando como tendrá que safar.

--Oh, ¿por algo en particular o es normal?--. La Reina esperaba que no estuviera yendo demasiado lejos.

--Necesito una curandera para mi madre, y afecta mi economía mas de lo usual--. La azabache no pensó mucho en el interés de Marinette en ella, probablemente solo era su curiosidad normal. --Tampoco venderemos mucho, sobre todo si la nieve empeora--

Demonios, fue lo primero que pensó Marinette. Después de todo era una situación difícil, y le era impensable no sentir lástima por Kagami.

Mantener a una madre enferma, tres hijos, sin tener ingresos económicos fijos, y sin tener la posibilidad de conseguirlos. Era demasiado para una sola persona.

Kagami por su lado, sabía eso.

Sabía bien que las cosas empeorarían inevitablemente y que ella era la que vería por toda su familia. Tomoe era muy vieja para hacerlo, y sus hijos eran muy jóvenes, era su deber cuidarlos y lo haría.

Incluso si eso implicaría tratar de vender algo en las tormentas, cuidar caballos, o limpiar entradas por pagas miserables. Tampoco tenía a quien recurrir por ayuda, los Couffaine tenían problemas similares, al igual que todos sus conocidos.

De todos modos la única ayuda que le serviría sería conseguir un trabajo que pueda sostener pese al clima. Y nadie de su círculo social tenía las posibilidades de darle eso.

--¿Y estarías dispuesta a trabajar de mucama?--. Las palabras de Marinette llamaron inmediatamente su atención.

La monarca sonrío suavemente al notar esto, continuando su diálogo.

--Considerando tu situación económica y familiar, podría darte una vacante para mucama en el palacio--. Marinette usó su tono normal, pero mantuvo un aire profesional. Esperando que Kagami entendiera que iba en serio. --Tendrías un contrato de uno o dos meses, y la paga sería levemente mayor a la que recibes aquí--

Kagami se limitó a escucharla con concentración.

--Tu deber sería de limpieza en general, trapear pisos, tender camas y lavar ropa. El trabajo empieza a las 7 am y terminaría a las 7:30 pm, siete días a la semana--. Marinette se aseguró de decir lo mas importante del trabajo, terminando las indicaciones con una pequeña sonrisa. --Entonces, ¿te espero mañana para cerrar el contrato?---

--Si Alteza, estaré ahí la hora que crea conveniente--. Kagami asintió rápidamente, inclinándose con respeto.

--Me alegro, ahora puede ir y darle las buenas noticias a su familia--. La ojiazul volvió a sonreír, feliz de ver de nuevo la mirada agradecida de la japonesa.

Ojos mas abiertos de lo habitual, al igual que rasgos suavizados y un movimiento casi invisible de labios.

--Gracias Majestad, muchas muchas gracias--. Kagami volvió a inclinarse, mientras trataba de no sonar demasiado emocionada. Ese si que era un golpe de suerte, uno muy grande. --Con esto van dos favores, no creo poder pagarle--

--Ya lo dije, no hay problema--. Marinette no pudo evitar relacionar esto con lo de hace algunos días, donde Kagami ya se había arrodillado para darle las gracias.

Y Kagami recordó eso mismo, por lo que cuando una mano suave la toco no debió sorprenderla. Solo que esta vez la mano de la monarca tomo la suya, levantándola.

Siguiendo el pequeño tirón, Kagami se levantó torpemente para luego ver como Marinette aún sostenía su mano.

--Tus manos son ásperas, parecen fuertes--. Comentó Marinette, acariciando con el pulgar la dura palma. Interesada en la textura, una que no había sentido antes.

La azabache contraria no sabía que responder a eso, confundida por lo que estaba pasando. Confusión que aumentó cuando Marinette apretó su mano levemente.

--Aunque es mas pequeña que la mía--. Esa última declaración fue mas para sí misma, dicho eso, Marinette deposito un pequeño y rápido beso en el índice de la mayor. Soltando finalmente su mano.

Si la campesina ya estaba confundida, ahora lo estaba mas.

--Nos vemos mañana a las 6 am, Kagami--

--Nos vemos Alteza, y gracias--

*

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--¿Y cómo vas con tu encaprichamiento con la cosa?--. Marinette suspiró al escuchar el tono despectivo de Chloe.

--Aunque no estoy de acuerdo con el tono de Chloe, también quiero saber--. Adrien se unió a la pregunta, mirándola como un gato curioso. --Ya casi llega la fecha de expiración de tu interés, y no parecen avanzar de "conocidas que conversan"--

--Bien, primero: eso es lo que somos, y segundo: ya lo dejé, solo me gusta hablar con ella--. Respondió segura, después de todo disfrutaba de hablar de ella, y le tenía cierto cariño. Algo así como el cariño que tenía con Alya, una de las cocineras.

Claro que ese cariño era fraternal y no tanto atracción como la sentía hacia Kagami, pero esos eran solo detalles.

--Si, claro--. Burló Chloe, dejando de lado su bocadillo. --Estoy segura que no te negarías a un beso de la jardinera--

--Pues no, pero solo un beso y nada mas--. Murmuró Marinette, tomando el bocadillo que la rubia dejó.

--Entonces sigues con tu capricho--. Chloe concluyó, notando que su comida fue hurtada.

--¿Que tal si dejan de decirle "capricho" y lo llaman atracción?, suena muy mal así--

--Bien, sigues con tu atracción--. La Marquesa acentuó "atracción" solo para fastidiar a la muchacha.

--Solo reconozco que es bonita--. Marinette estaba esperando que Adrien dijera algo, pero el Duque solo estaba comiendo bocadillos.

--Creo que necesitas lentes, Dupain--

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Fin del cap, y espero que les haya gustado. 

Recuerden tomar agua regularmente, no salgan de casa y no se queden viendo monos chinos hasta las tres de la madrugada.




"Alteza" -Marigami AU-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora