20.

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--Por fin llegamos--. Dijo Plagg al bajar del vagón, sonriendo alegre ante la posada.

Era un hotel grande, con antorchas por todos lados que iluminaban la estructura en la noche. Supuso que era de esperar considerando que estaban acompañando a la Reina, pero seguía siendo increíble.

Pensando en eso, la monarca ahora estaba ya fuera del carruaje, escoltada por un par de guardias mientras su madre hablaba con el dueño del hotel. En eso un par de criados se acercaron a bajar el equipaje, y decidió que el mismo podría hacerlo.

Después de todo estaban viajando gratis, ¿por qué no ayudar?.

--¡Hey!, ayúdame con esto--. Tikki se le había adelantado con la idea, tomando un baúl. 

A su lado estaba su abuela, llevando el equipaje de la familia que consistía en dos bolsos, uno de comida y otro de ropa.

--Ahí voy--. Ambos tomaron cada extremo, levantándolo con facilidad.

Asintieron hacia los criados para indicar que ellos bajarían lo necesario, quienes les respondieron con una sonrisa de gratitud. 

--Niños, madre, vengan acá--. Kagami los llamó una vez que terminó de hablar con el señor y el carruaje partió hacia los establos.

Mientras les daba un par de indicaciones, no puedo evitar notar que la Reina continuaba a lado de 'Kāsan, esperando pacientemente a unos pasos. Raro, no había razón para hacerlo, podía pasar tranquilamente a su habitación seguida de los guardias y finalmente descansar.

No pensó más en ello cuando entraron a la vivienda.

Estaba iluminada por todos lados, y la planta principal era algo así como la taberna del tío Luka pero más refinada. Subiendo las escaleras había muchos cuadros, y la habitación donde se hospedaría la monarca era muy grande y decorada.

Dudaba que fuera igual de bueno que su dormitorio real, pero pareció estar contenta.

--Eso es todo, pueden retirarse--. Marinette se dirigió a los guardias, antes de girarse hacia la familia. --Pueden colocar el baúl por allá, lamento que lo hayan llevado--

--No se preocupe, majestad--. Corearon ambos con sinceridad, estaban en una excelente forma y tampoco pesaba demasiado.

Tomoe se mantuvo en eterno silencio, notando el pequeño cambio en la voz de la joven real. Sonaba algo nerviosa, como si hablar con el par de niños fuera diferente que hablar con los guardias.

El cambio estaba bien camuflado, y cualquier persona que no prestara especial atención a las voces no lo notaría, pero ella lo hizo.

Y eso junto al obvio afecto que parecía sentir por su hija era, por lo menos, interesante.

--Ahora podemos ver nuestra habitación--. Kagami tarareó, acomodando mejor a Longg dormido en sus brazos.

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Kagami sonrío suavemente por la emoción radiante de los niños al llegar a la habitación donde se hospedarían, justo en frente de la de Marinette.

Ambos corrieron de inmediato a dejar el equipaje (que habían agarrado de su abuela) antes de empezar a investigar por todos lados. Parecían especialmente contentos con las camas y la ventana, casi brincando entre las sábanas y asomándose para ver el jardín iluminado.

Su madre también lucía cómoda, sentada en una de las camas, sonriendo casi invisiblemente ante las payasadas de sus nietos mayores.

--Veo que les gustó mucho--. Se giró para ver a la monarca, quien lucía satisfecha.

"Alteza" -Marigami AU-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora