quince

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—Alex…la señorita Montes te llevará a dar un tour por el colegio para que lo conozcas.—anuncia la voz de la directora del colegio mientras le ofrece una amplia sonrisa cargada de amabilidad.

Los ojos de la pequeña van hasta Christopher y Danna un segundo como si estuviese pidiéndoles su aprobación. Él asiente a modo de respuesta silenciosa y la niña toma la mano de la mujer para conducirla fuera de la oficina.—Ya voy a volver…—promete.

—Disfrútalo, Alex.—inquiere Danna lanzándole una pequeña sonrisa.

—Bien, señores Vélez…—comienza la voz de la mujer cuando la joven finalmente se ha marchado con la niña. Danna se muerde el interior de la mejilla para no protestar pero Christopher se queda en total silencio pareciendo bastante cómodo con la confusión.—Señora, su esposo me comentó la tarde de ayer cuando hablamos por teléfono que está interesado en inscribir a su hija en el colegio ¿no es así, señor Vélez?—pregunta.

Christopher se aclara la garganta.—Sí, es así.

—Estamos a la mitad del ciclo escolar. Alexandra de alguna manera iría un poco atrasada  y el nivel de aprendizaje que adquiría de cualquier manera no sería el mismo…—hace una pausa.—pero claro que eso dependería de la niña totalmente. Nosotros haremos todo lo que esté en nuestras manos para que se ponga al corriente lo más pronto posible…la educación no se le puede negar a una niña de ocho años y por lo que estuve platicando con ella es demasiado inteligente…

—Bueno eso definitivamente suena bien.—acepta el castaño.

—Señora Vélez…—Danna la mira un momento.—en la entrevista previa que le hicimos a Alexandra antes de que ustedes entrasen en la oficina ella me habló mucho de usted…

—¿De verdad?—pregunta en voz baja.

—Sí.—asiente de inmediato.—Me dijo aunque usted no es su madre biológica la quiere como una y que es su mejor amiga…—el corazón de Danna da un gran vuelco dentro de su pecho.—Así que como la pareja del señor Vélez usted tiene una gran influencia en la vida de la niña…supongo que eso la ayudará mucho para que termine de adaptarse a un nuevo colegio, no siempre es fácil hacerlo pero cuando los niños se sienten queridos de alguna manera influye…la atención, el cariño, la comunicación y los cuidados que los padres tienen con sus hijos siempre se ve reflejado en el ámbito escolar…

—Bueno es que yo no…—Danna lleva sus ojos hasta los de la mujer y luego a Christopher que la mira en silencio con una ceja en alto.—Quiero decir; estoy totalmente de acuerdo con usted, todos esos factores influyen en la vida de los niños… pero es que yo no…

—Alexandra parece adorarla en verdad.—comenta.—De la misma manera en la que lo ama a usted, señor Vélez…

—Mi hija es todo un amor.—bromea Christopher a medias. La broma es para Danna pero la sonrisa aparece en el rostro de la mujer delante de ellos.—La señora De Jesús me recomendó demasiado este colegio ¿sabe? Su hija asiste aquí y me dijo que son la mejor opción así que es por eso que hemos decidido que Alexandra asista…—hace una pausa.—Además no quiero que ella siga perdiendo tiempo en cuanto a su educación se refiere; antes vivía en Boston con su madre así que como comprenderá   yo no cuento con toda su documentación pero eso no es problema…si usted nos concede un plazo nosotros volveremos con todo lo que nos pida…lo que me interesa realmente es que Alexandra comience a asistir al colegio, concordará conmigo que estar siempre rodeada de personas adultas no es lo más sano.

—Estoy de acuerdo, señor Vélez.—responde de inmediato.—¿Cree que una semana sería tiempo suficiente para que usted pueda conseguir toda la documentación de la niña?

S.O.S Vélez en apuros.Where stories live. Discover now