veintidós

677 64 3
                                    

—¿Por qué tengo que ponerme este vestido? ¡Está horrible!—anuncia Alexandra sin dejar de mirarse en el espejo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


—¿Por qué tengo que ponerme este vestido? ¡Está horrible!—anuncia Alexandra sin dejar de mirarse en el espejo.

—Oye ese vestido lo elegí yo.—protesta el castaño lanzándole una mala mirada a través del espejo mientras acomoda las mangas de su camisa.

—Pues por eso.—reclama.—No me gusta la ropa que me compraste, papá.

—¿Qué?—se queja.—Dijiste que era bonita.

—Para que no te sintieras mal.—Christopher entorna sus ojos.—Mírame, parezco una niñita fresa como las de mi colegio…

—Alex…

—¿Por qué no puedo ponerme un pantalón como tú?—cuestiona.—Los vestidos no me gustan, papá…son para niñitas…

—Mira hagamos un trato…—anuncia girándola para que lo mire a los ojos.—Tú usas ese vestido que está hermosísimo porque lo eligió tu papá aunque digas que no solo para ir a comer con mis padres y a cambio después de la comida podemos ir a donde tú quieras ¿sí?

La niña se cruza de brazos por encima de su pecho y alza una ceja dándole un aire de superioridad.

Christopher lo sabe.

Es el mismo gesto que hace él cuando pretende hacerle saber a las personas que lo rodean quién es el jefe.

¡Y ella es igual a él!

—Con una condición.—negocia.

—Alex…

—Entonces no hay trato, Christopher.—responde de inmediato.

—De acuerdo, de acuerdo. ¡Qué mandona!—se queja.—Tú ganas, enana manipuladora.—anuncia cruzando sus brazos por encima de su pecho y una sonrisa arrogante aparece en sus labios.—Yo soy un hombre de negocios, así que vamos…dime tu mejor oferta…

La niña frunce sus cejas.—Eres muy raro, papá…

—Alexandra Vélez…

—Quiero que cuando vayamos a ir a Dunkin’ Donuts vengamos a nuestra casa porque no quiero usar esta ropa espantosa, me gusta más la ropa que Dan me ayudó a elegir…—suelta sin más

—¿Comida chatarra? ¿Ropa espantosa, es en serio?—pregunta frunciendo sus labios.—Mira enana aduladora; tengo más de ocho años cortejando a un sinfín de mujeres, incluso a una que otra le compré vestidos y ninguna se quejó de que eran feos. Al contrario, parecían gustarles.—La ceja de Alex vuelve a alzarse y le da un manotazo a la falda de su vestido.—De acuerdo, entendí.—agrega de inmediato.

—Ahí venden las mejores donas de chocolate…—le espeta sin más con un aire de superioridad que lo hace lucir como si fuese la cosa más obvia del mundo y dándole a entender en efecto; Alexandra Vélez no solo lleva el Vélez en su apellido sino en sus genes y en toda ella; y por si eso fuese poco: que él es un verdadero idiota por no saberlo. Christopher se echa a reír antes de tomarla entre sus brazos y dejar un largo beso sobre su mejilla haciéndola reír.—¡Estás arrugando mi vestido feo!—se queja.

S.O.S Vélez en apuros.Where stories live. Discover now