Feliciana y Alex comenzaron a pasar tiempo juntos descubriéndose como realmente eran. En realidad la chica le fallaba a su estilo de vida nerd porque en realidad si gustaba de combinar ropa, comprar zapatos y usar el cabello suelto. Así mismo no era realmente fanática de Harry Potter y detestaba el café negro.
Por otro lado, también el artista se re descubrió. Alex retomó sus gustos geis, llamó por teléfono a todas sus exnovias para pedirles disculpas y fue a hablarles a sus padres acerca de su nueva perspectiva de vida. Lamentablemente David y Penny estaban hartos del pendejo de su hijo y se habían mudado a donde no los encontrara.
Se quedó frustrado por no poder disculparse, pero esta vez en lugar de gritarle a los demás, simplemente se sentó a pensar. Al llegar la noche, él y Feliciana se acostaron muy juntos en el estrecho catre. Catre, esa palabra le recordaba algo, pero no sabía bien qué cosa.
- ¡Oh que idiota soy! Falta que me disculpe con alguien muy importante, que sufrió mucho por mi actitud prepotente, que merecía mejor trato y que siempre hizo lo mejor por ofrecer un buen servicio...
Alex entonces recordó a don Jhonny y fue a pedirle disculpas por iniciar un conflicto. Después, al volver a casa, se sentó en el catre y ahora sí se acordó de Juana. Y justo cuando empezaba a recordarla, ella llegó y entró por la puerta. El rockstar sintió el golpe de los recuerdos de su juventud, y antes de comenzar a gritarle (de felicidad), ella se acercó y lo sostuvo en sus brazos para después besarlo.
- Alex, he vuelto desde Los Ángeles... Mira, te traje un recuerdo - y le entregó una playera re fea que decía "Alguien que me quiere mucho me trajo esta playera de Acapulco"
- Ahí dice Acapulco...
- Es que las tiendas de recuerdos son muy caras, así que te la compré en una tienda de 50 centavos, pero una tienda de LA.
- Y... ¿traes mi canción?
- No, pero si traje tu coche.
- ¿Tú te lo robaste? - exclamó enojado pero tratando de controlarse.
- Sí, y choqué, ahora no tiene puerta en el copiloto... ¡Pero eso no importa Alex!, lo que importa es tu respuesta. Necesito saber, ¿Aún soy tu musa?, ¿Como cuando teníamos diecisiete?
Alex no sabía qué responder. Ella siempre estuvo a su lado, obedeciendo sus caprichos a lo wey, siendo paciente. Lo único que atinó a hacer, fue abrazarla y darle otro beso.
- Creo que sí Juana, y lo siento. Lamento que tuvieras que irte tan lejos por mi culpa... ¿También trajiste recuerdos para mis viejos?
- Sí, les traje lapiceros de arena.
Y se empezaron a besar con mucha pasión, y estaban en pleno romance cuando llegó Feliciana con su jarra de agua de calzón. Al verlos juntos sintió su corazón romperse, y con ello, el impulso de irse a llorar a la biblioteca y aislarse de la gente otra vez. Pero entonces, con su restaurado ego, se quedó a luchar por el sujeto con crisis de la edad a quien había reformado.
- ¡Quita tus manos de él, maldita morra prieta!
Juana soltó a Alex y fue a encarar a la otra. Como no estaba acostumbrada a atacar a otras personas, no supo qué responder y nomás repitió uno de los comentarios hirientes que una vez Alex le dijo.
- ¡Tú cállate! De seguro tu papá se limpia la cola con lijas.
Entonces inició el enfrentamiento.
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Dos Mujeres, Un camino. (Alex TurnerxYalitzaAparicioxAnneHathaway)
Fanfiction(Bienvenidos a ships sin contexto ni sentido) Imagina condensar dos fanfics clichés en una sola historia. Bueno, esta cosa es un intento de eso. Juana Aparicio es la sirvienta multiusos de Alex, a quien trata mal, pero ilógicamente, están enamorados...