TueniCeben: Alcohólicos Anónimos.

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Deguiken y Alex corrían por las calles asustados tornando la vista de vez en vez para comprobar si los seguían, y eso era exactamente lo que ocurría, la turba de homofóbicos Tijuanenses los perseguían con amenazantes palos de escoba, antorchas, botellas rotas y... algodón de azúcar. 

achede ful ca

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achede ful ca.

Como sea, Alex y Abel tenían un ojo al gato y otro al garabato, pues, mientras trataban de ver a la turba detrás de ellos, también buscaban donde ocultarse. Fue así que cómo una ilusión divina, milagro o alineación de los planetas, vieron un precario doble A y entraron a toda prisa en él, pues sabían que de esos lugares no podrían sacarlos nunca.

Por si no son de Mexiquito (y porque desconozco si los AA existen en otras partes de latinoamérica), los AA, por sus siglas en español Alcohólicos Anónimos, son una asociación de rehabilitación de alcohólicos, aunque también es común que metan drogadictos, satánicos y violentos ahí, aunque son problemas distintos, pero X, son gente indeseable. Son centros de rehabilitación irregulares, ilegales e ilegítimos y todo lo que empieza con I, como Ilusionadores, porque ilusionan a las doñas con que a los dones se les va a quitar lo mal pedo, pero nel.

Son conocidos por ser la peor pesadilla de cualquier crikoso o adicto a sustancias, pues sufren malos tratos, golpizas, baños fríos, etcétera, y además porque son caros y son una buena opción para lavado de dinero. En mi pueblito hay tres, y están bien culeros, básicamente cualquiera puede abrir uno de esos centros, solo pinta las iniciales en la pared externa de tu casita bonita. Es como ir a la cárcel pero con membresía.

Bueno, The Weeknd entró jalando del brazo que le quedaba a Alex, pasaron frente a los guardias de la puerta y se escondieron debajo de unos catres. La gente asustada se quedó afuera, y pronto idealizaron que quizás se les quitaría lo JOvenciTOS allí, así pues, se dieron la media vuelta y se alejaron tranquilamente como si nada hubiera ocurrido.

- ¿Y ahora qué hacemos? - Alex salió del catre y se incorporó para ver a los teporochos alojados allí, había una gran mezcolanza de ellos, había chaparros, altos, gordos, delgados, morenos, amistosos, agresivos, ateos, religiosos, limpios, sucios, guapos, feos, etcétera.

- Pues irnos, ¿No?

- Jalo.- Alex lo ayudó a ponerse de pie y caminaron hasta la entrada. 

- ¿A dónde creen que van? - cuestionaron los guardias con tono agresivo.

- Al restaurante de nuestro hotel, ya va a ser hora de comer y quiero unas enchiladas - respondió Abel, pero lo único que le permitieron hacer fue ir a acostarse a uno de los catres apestosos, a palparse la herida que le dejaron luego de la bofetada que le dieron por quererse ir.

- No te preocupes Abel - lo consoló Alex - ya hablé con don Pericles y dice que están planeando una fuga esta noche, que si le regalamos autógrafos para su hijo Horacio nos deja escaparnos con ellos.

- Bueno... - suspiró por primera vez tristre desde que el viaje inicio. - ¿Y qué hacemos mientras?

- Ay no sé, quizás participar en las charlas del círculo.

- Bueno, no hay nada mejor, además, este catre huele a miados.

Y así llegaron al salón de charlas, que era igual de reducido y encapsulado que el dormitorio, era tan pequeño que los borrachos se sentaban unos sobre otros. Así pues, Alex se sentó en una silla con logo de la cerveza corona (qué irónico) y encima The Weeknd, y encima Don Pericles.

La reunión inicio y todos contaron sus problemas, algunos tan oscuros y feos que no los voy a contar. Cuando llegó el turno de Alex no supo qué decir, porque no era adicto a nada excepto a hacerse wey, y Abel que ya había superado esas cosas hace mucho solo repitió lo que dijo cuando lo atendieron por primera vez, y así comprobaron que era una farsa, porque el único consejo que le dieron a Abel era que le echara ganas.

Al final de la charla les dieron de comer fijoles con un bolillo y atole, después les dieron tiempo de ver televisión, pero solo caricaturas. Don Tomás quería ver Thomas el tren y Don Pepe quería ver Peppa, se agarraron a putazos, The Weenkd le ganó cinco dólares a Alex, porque ganó don Pepe.

Finalmente llegó la noche, todos los reclusos fingían dormir y los guardias de turno nocturno cuidaban la puerta. Pronto comenzaría la fuga.

Dos Mujeres, Un camino. (Alex TurnerxYalitzaAparicioxAnneHathaway)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora