El silencio reinaba en la pequeña casa de dos pisos, bueno, en realidad no había silencio, todo lo contrario, se oían autos, ambulancias, patrullas y disparos. Y en la habitación resonaban los ronquidos de los señores.
- Don Pericles... - susurró en la oscuridad una voz y pronto se oyeron las tenues pisadas de don Pericles y sus secuaces, que juntos se reunieron en la entrada del dormitorio, eran ocho en total, contando a Abel y Alex.
- ¿Cuál es el plan? - preguntó un joven de veinte años con playera de Korn.
- Los guardias siempre toman las galletas de la bodega para cenar con café. Las galletas están envenenadas y pronto caerán inconscientes, entonces robaremos las llaves y huiremos. - respondió el mejor amigo de don Pericles.
El plan era infalible, porque por si no lo sabían, en algunos de esos centro les enseñan carpintería o repostería. Para que los guardias tomaran precisamente el paquete de galletas que estaban truqueadas, las hicieron todas de chispas de chocolate en vez de surtido.
- ¿Tú qué harás con tu libertad? - preguntó don Gerardo a don José.
- Inhalar aire limpio, bañarme, disfrutar del sol y ver a mis hijos, los extraño mucho. - dijo con tono soñador.
- Ay que básico, yo voy a salir a echarme una peda destructiva de 4 días, nadie ni nada me detendrá, ni siquiera un coma etílico.
- ¿Y tú güero? - preguntaron a Alex.
- Búscare al amor de mi vida y le pediré perdón.
- Ah, ese wey dijo lo mismo - don José señaló a un muchacho más adelante que tenía una sudadera con gorra.
De pronto comenzó a sonar música de Linkin Park de fondo, esa era la señal, pues a los guardias les gustaba poner música de Linkin Park de fondo mientras comían galletas.
Los ocho visionarios formaron una hilera, hasta el frente iba el mejor amigo de don Pericles, después estaba don José, don Gerardo, el sujeto de la sudadera, el Ferras con playera de Korn, Alex, Abel y por último don Pericles.
Bajaron las escaleras, pasaron por el pasillo donde lavaban la ropa y llegaron a la entrada, pero en vez de ver a los guardias desfallecidos, vieron a los guardias con gorritos de cumpleaños.
- PTM ¿porqué están despiertos? - se quejó Alex.
- Están comiendo pastel en vez de galletas - explicó una voz.
Todos los implicados suspiraron y optaron por dar retirada mientras los guardias ponían las mañanitas de Cepillín.
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El guardia estaba cumpliendo cuerenta y siete machete.
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Básicamente este capítulo no sirvió de nada :D
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Dos Mujeres, Un camino. (Alex TurnerxYalitzaAparicioxAnneHathaway)
Fanfiction(Bienvenidos a ships sin contexto ni sentido) Imagina condensar dos fanfics clichés en una sola historia. Bueno, esta cosa es un intento de eso. Juana Aparicio es la sirvienta multiusos de Alex, a quien trata mal, pero ilógicamente, están enamorados...