Tueni: Gigs Love

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Ahorraré relleno y vámonos directo a los putazos. Llegó el día del concierto y punto. Feliciana vistió un conjunto de vestido y tacones muy bonito, porque ahora, que había vencido su complejo de no ser como las demás, se vestía para la ocasión, y esta era una ocasión muy especial. Sin mucho problema Feliciana llegó a la casa de Alex, una que recién se había comprado con sus millones, porque ya no podía vivir con sus padres, ya que seguía sin poder encontrarlos.

Más que una casa parecía una mansión, con un patio extenso, muy extenso, porque el lugar había sido de un traficante de marihuana y en el espacioso patio sembraban las plantitas. También había un sistema de riego, que el staff usaría para hacer una fiesta de espuma muy nice. 

Bueno, total que en el patio habían montado el escenario, puestos de cerveza y unas taquillas para el público en general. Feliciana pasó gratis y al llegar al centro del espacio destinado para el público se dio cuenta que la mayoría de chicas iban en pares para chismorrear acerca de los monos crikosos, y como no tenía amigas agarró del brazo a una morra random y le dijo:

- Alex Turner es mi novio, si finges ser mi amiga te lo presento y te doy permiso de darle un beso. 

- Ay sí, - dijo con sarcasmo - y los monos son padrinos del bebé que tuve con Jesse Rutherford.

- No mames, ¿A poco?

- No, estúpida.

- ¿Ves? Ya me insultas como una amiga estereotipada de Wattpad, vamos por buen camino. - y así la llevó agarrada del cuello por todo el sitio platicándole sus planes de boda. 

Por otra parte, después de mucho dudarlo, Alex subió al escenario con su guitarra y sus ganas de matarse, ah, y también con sus compas, que fingiendo estar motivados se posicionaron en sus puestos. Finalmente comenzaron a tocar la primera canción: Do I Wanna Know?, claro que sí, ni modos que cantaran b sides o canciones de sus LP's.

Alex miró entre el público hasta toparse con la mirada de Feliciana, y experimentó una sensación maravillosa que le devolvió las ganas de vivir. Y Feliciana, al mirarlo experimentó la sensación que sienten las morras de secundaria cuando llega a su salón el practicante de español.

Ambos se miraban llenos de emociones complejas. y cuando Alex terminó la canción se bajó del escenario, así nada más, sin despedirse, como Luis Miguel cuando le da flojera terminar su concierto y mejor se va a su ksita. 

Feliciana interpretó su desertar como señal de que se había convencido de amarla. Así que tomando del cuello a su nueva y asfixiada amiga, se fue al backstage y se topó a Alex guardando sus cosas en una maleta.

- Ya no aguanto más Feliciana, ya me quiero ir.- dijo con tono soñador.

- ¿A realizar nuestra boda? - suspiró.

- No Feli... a buscar a Juana.

- ¡¿Qué?!

Si amigos, la sensación maravillosa que sintió Alex, y la cara de perro con hambre que puso al ver a Feliciana eran porque por fin se dio cuenta de que en su corazón no habría nunca otro sitio especial que el sitio de Juana Yalitza Aparicio.

- No, no, no - negó Feliciana - no puedes hacerme eso.

- Lo siento Feliciana, pero al menos como dijiste tú, crecimos juntos y ahora podrás conocer a alguien más sin tener que pasar de nuevo por tu fase de morra diferente, única y mamona, que muchos problemas trae.

- Mendigo perro desgraciado, vete a la verga, ojalá te salgan granos en la cola... - Feliciana hizo uso de todo su repertorio de insultos, tanto así que todas las personas que pasaban se detenían a escuchar perplejos. Incluso, uno de los miembros del staff le dio un micrófono para que todos en el concierto escucharan la magnifica cantidad de palabras vulgares que Feliciana se sabía. Dicho sea de paso, las horas que se pasó leyendo libros le sirvieron para conocer insultos en 13 idiomas diferentes.

Feliciana duró alrededor de media hora en su maravilloso recital, y finalizó con un "Y ten tu pinche premio de consolación, pendejo" que entonó al tiempo que le lanzaba el cadáver asfixiado de su amiga, cuyo nombre nunca sabremos, pero cuyo sueño se cumplió, el sueño de que Alex le diera un beso, aunque fuera de golpe, sin querer, con asco y provocando un grito de horror por parte de todos los presentes.

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¿Qué aprendemos de este capítulo?

Que Feliciana es una persona de palabra.

Y que no debes agarrar a tus amigos del cuello.

Y que es bueno tener un vocabulario amplio.

Dos Mujeres, Un camino. (Alex TurnerxYalitzaAparicioxAnneHathaway)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora