capitulo 1

79 4 0
                                    

La mayoría de las veces muchas personas anteponen a los demás, y los intereses de los demás, antes que a ellos mismos, y esto a la larga les trae muchas aflicciones y hasta depresión, es entonces, cuando tocan fondo, dándose cuenta del error en el...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La mayoría de las veces muchas personas anteponen a los demás, y los intereses de los demás, antes que a ellos mismos, y esto a la larga les trae muchas aflicciones y hasta depresión, es entonces, cuando tocan fondo, dándose cuenta del error en el que han estado casi toda su vida.

— ¡Mierda! —gritó el joven, al despertar y ver la hora en el despertador que tenía en el buró, levantándose apresuradamente de la cama, yendo directamente al baño, más rápido que un rayo se bañó, obviamente después de hacer sus necesidades, se vistió como de costumbre para manejar su motocicleta Harley, cabe destacar que el joven tiene veintiséis años, alto, cabello negro y es el más vanidoso de este mundo, y...bueno en realidad es hermoso, es delgado, alto con un rostro que el mismísimo Adonis envidiaría, pero su amiga no se lo dice, aunque es su mejor amiga y lo quiere mucho, pero es que después no lo aguanta, con la vanidad que se carga, es suficiente, pensaba ella.

— Otra vez, Rony me va a matar después de que me mate el señor Rodríguez— dijo Jin a su reflejo en el espejo del pequeño tocador mientras se pasaba  el cepillo arreglando su cabello con rapidez, caminando después hacia la puerta para retirarse, no sin antes regresar hacia el tocador y lanzar un beso a su reflejo— con prisas y todo, no dejas de ser hermoso Jin— aquí va la vanidad de nuevo. Salió a toda prisa de su apartamento y se sobresaltó cuando se topó con su vecina y portera del edificio de apartamentos donde vivía.

—¡Jin, buen día!— lo saludó la mujer de unos cincuenta años—se te hizo tarde otra vez, muchacho.

—¡Si, señora López, discúlpeme luego platicamos, adiós!

Se despidió Jin de la mujer bajando rápidamente las escaleras dirigiéndose al estacionamiento del edificio, y después montarse en su motocicleta.

Aceleró, y se puso en marcha rumbo a la cafetería donde trabajaba, que quedaba al otro lado de la ciudad.

Aceleró, y se puso en marcha rumbo a la cafetería donde trabajaba, que quedaba al otro lado de la ciudad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
PRIMERO YODonde viven las historias. Descúbrelo ahora