EPÍLOGO

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Un año después

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Un año después....


La mujer parada a los pies de la tumba miraba el nombre de quien fuera su esposo, el hombre que un día le juró protección para ella y para su hijo, pero que en lugar de eso, solo les dió penas, amarguras, golpes, gritos e insultos. Todo lo contrario a lo que le había prometido.

Unas lágrimas de impotencia salieron de aquellos ojos que en realidad nunca reflejaron alegría, salvo el día en que nació su pequeño Jin. Ese día fue el único en el cual sintió la más grande felicidad.

Pero después todo fue sombrío y triste, su miedo a ese hombre era como ataduras que no le permitan defenderse y defender a su hijo.

-Esta es la primera y la última vez que te visito Kim. Ni siquiera mereces que esté aquí. Sin embargo quise venir para decirte que a pasar de todo te perdono, perdono todo el daño nos hiciste a mi hijo y a mi. Quizá así tú castigo en el infierno sea menor. -la mujer limpió sus lágrimas y después dibujó una triste sonrisa. -A pesar de todo lo que hiciste mi hijo es feliz a lado del hombre que siempre amó, ha cumplido su sueño de ser un gran chef, y Namjoon, ese chico al cual intentaste matar es un gran biólogo, un gran hombre que merece el amor de mi hijo. No sabes cuánto lamento el haberme dejado llevar por ti, y por ese maldito miedo que te tenía, porque no los pude defender de tu egoísmo y maldad. Pero ahora son felices y estoy segura que aún y si tú estuvieras vivo ellos de igual forma hubieran triunfado ante ti, porque su amor es fuerte y grande más grande que todo. Adiós para siempre señor Kim.

La madre de Jin caminó con la frente en alto, limpiando aún las lágrimas de su rostro, miró a su hijo y a su yerno en la entrada del campo santo esperando por ella. Les mostró una bella sonrisa y abrazo a su hijo.

-¿Nos vamos? -preguntó Jin después de besar la frente de su madre.

-Si vámonos hijo. Y les pido disculpas por haberles pedido que me trajeran a este lugar, pero es algo que necesitaba hacer.

-Señora Kim, no se disculpe. Nosotros entendemos ¿verdad Jinnie?

-Asi es madre. Ahora vámonos de aquí, y dejemos enterrado junto a él todo el sufrimiento que nos causó a los tres, y gocemos de lo hermosa que es la vida y del presente que vivimos.

-Tienes razón hijo mío. -dijo al momento que Namjoon como todo un caballero la ayudaba a subir al auto que habían comprado.

-Es verdad, además tenemos que ir a celebrar el primer aniversario del restaurante. Los chicos y la señorita Lucy ya deben de estar esperándonos. -comentó el peligris abriendo la puerta del copiloto para su amado Jin y después él subió al auto emprendiendo así el camino a una gran vida.

PRIMERO YODonde viven las historias. Descúbrelo ahora