Jin, un chico libre, que alguna vez fue separado del amor de su vida. Los prejuicios de su padre lo apartaron del hombre que amaba. Pero para él no todo estaba perdido.
Quiso luchar por su amor, pero, aveces las cosas no suceden como uno las planea...
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Cuatro años antes...
La pareja de enamorados después de haberse echo el amor terminaron cansados y abatidos sobre aquella cama en aquel humilde departamento.
El chico de cabello morado tenía sus ojos cerrados boca arriba mientras que trataba de regular su respiración, su pareja lo abrazaba enredando sus piernas y apoyando su cabeza en su pecho.
Kim Namjoon, era un chico humilde, pero bastante inteligente y capaz de lograr cualquier cosa que quisiera. Era un estudiante universitario de 22 años, era un joven visionario, sus planes a futuro eran terminar su carrera de Biologia Marina, crear sus propios laboratorios y ser un hombre exitoso y sobre todo crear una hermosa familia.
Y en esos planes estaba Kim Seokjin, su novio, su amante y el amor de su vida.
Jin que era una año mayor que Namjoon, también era un estudiante pero él no estaba muy contento con eso. No es que no le gustara estudiar, al contrario, pero salía de una carrera y de otra porque simplemente no le agradaba. El gran sueño del pelinegro de ser un gran chef no era del agrado de su padre, quien lo obligaba a estudiar otra cosa menos la gastronomía, simplemente al señor Kim le parecía algo nefasto y sobre todo decía que esa carrera era solo para mujeres o "maricas".
Jin pasaba su dedo índice por el pecho del pelimorado, dando pequeñas caricias y dejando besitos en su cuello.
Namjoon sonreía ante eso.
-No hagas eso corazón. -protestó el moreno en un susurro aún con sus ojos cerrados.
-¿Por qué? -musitó al oído mordiendo suavemente la piel acanelada del cuello ajeno.
-Porque...me entrarán ganas de hacerte mío de nuevo.
-Eso me gusta, bebé.
Namjoon finalmente abrió sus ojos para encontrar el hermoso rostro de su novio muy cerca del suyo.
Esos labios tan apetecibles lo rozaban en su mandíbula y luego de nueva cuenta en su cuello.
-Jin...amor...
-¿Mhm?
-Quiero hablar con tus padres.
Jin paró en seco al escuchar aquello, se apartó un poco para mirar mejor a su pareja.
-Nam...ya hemos hablado de eso.
El moreno se acomodó para recargarse sobre el respaldo de la cama, el mayor hizo lo mismo sin dejar de mirarlo.
-Lo se amor, pero yo quiero hacer las cosas correctamente. Déjame hablar con tus padres, estoy seguro que ellos...
