Jin, un chico libre, que alguna vez fue separado del amor de su vida. Los prejuicios de su padre lo apartaron del hombre que amaba. Pero para él no todo estaba perdido.
Quiso luchar por su amor, pero, aveces las cosas no suceden como uno las planea...
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Jin sintió como su sangre se helaba al mirar frente a él, a su exnovio.
Namjoon por su parte lo miraba con el ceño fruncido.
-Nam...Namjoon. -susurró.
El moreno miró su reloj. Las diez de la mañana.
-¿De dónde vienes? -preguntó como si tuviera el derecho de hacerlo.
Jin, dió un paso para entrar, pero Namjoon lo tomó del brazo regresándolo frente a él.
-Te hice una pregunta. ¿De dónde vienes?
Jin se safó del agarre con enojo. -¡Suéltame! ¿Quién te crees para cuestionarme? ¿Qué haces aquí? ¿Cómo entraste?
-Eso es lo de menos. Te esperé toda la noche...
-¡Y a mí que me importa! ¡Lárgate! -espetó el mayor entrando de lleno a su departamento. Dejando sus cosas con brusquedad sobre el sofá, se volvió al más alto. -¿¡No escuchaste!? ¡Vete!
-Tenemos que hablar. -dijo Namjoon con bastante seriedad en su voz.
-Nada tengo que hablar contigo.
-Pero yo si. Y no voy a irme hasta que me escuches.
-No se cómo demonios entraste a mi departamento, pero si no te largas ahora mismo, llamaré a la policía.
Namjoon caminó unos pasos para acercarse al pelinegro.
Y para sorpresa de Jin, el más alto se acercó demasiado a su cuello, aspirando su aroma, haciéndolo sentir un escalofrío que le hizo cerrar sus ojos.
Namjoon se apartó. -¿Estuviste con ese tipo?
Jin abrió sus ojos empujando al moreno. -¡¡Qué te importa!! -Pero Namjoon que era más fuerte no se inmutó ante ese empuje, sino al contrario en segundos tomó las muñecas del pelinegro. -¡Suéltame!
-¿Tuviste sexo con él?
-¡Suéltame, te digo!
-¡¡Responde!! -gritó lleno de celos. Apretando aún más las muñecas de su ex novio. -¡¡Responde!!
-¡¡Si!! ¡¡Si!! ¿¡Y a ti que te importa!? ¡¡Termina por largarte!! ¡¡No quiero verte más!!
Sintiendo su sangre hervir de celos, pues sabía que Jin no estaba mintiendo lo empujó hacia el sofá, haciendo que el menor cayera de espaldas y en su caída tiró las cosas que antes había dejado.
