Capitulo 18

7 2 0
                                    

El alto hombre con traje negro tocaba a la puerta del despacho del señor Lee

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El alto hombre con traje negro tocaba a la puerta del despacho del señor Lee.

-Adelante. -ordenó estando acostado sobre su sofá de piel, fumando un cigarrillo.

-Señor Lee, todo está listo.

-¿Estás seguro? No quiero ningún error. -advirtió señalando al hombre con su dedo índice.

-Si señor, yo mismo verifiqué que todo estuviese listo, tal y como usted lo ordenó.

Minho se puso de pie apagó el cigarrillo en el cenicero y después miró a su guardia de seguridad.

-Mas te vale, de lo contrario, te mataré.

El guardia asintió bajando la mirada y tragando en seco. -Si, señor.

-Bien, trae mi portafolio. -ordenó señalando el maletín negro que estaba sobre su escritorio.

Ambos hombres salieron de la residencia.

Después de que Namjoon se había llevado a su esposo de la casa de la playa, el azabache tuvo suficiente tiempo para idear un buen plan.

Regresó a su residencia subió a la habitación donde dormía con su esposo, y sonrió con malicia al encontrar en el cajón de la mesita de noche, el pasaporte y visa de su esposo y guardó todo en ese maletín.

Con todo lo acontecido cuando Jin escapó de su casa había olvidado esos documentos tan importantes.

Su guardia de seguridad de confianza averiguó el paradero de Jin.

Y ahora iban rumbo a casa de la señorita Lucy.

Pero esta vez el cobarde de Minho iba preparado.

Primero llegó una camioneta en color azul, no muy lujosa para no levantar sospechas, dentro había tres hombres que estaban atentos a cualquier cosa.

El plan era entrar a la residencia y llevarse a Jin pero ese plan no dió resultado. Los hombres de la camioneta vieron como Jin y Rony salieron de la casa montados en sus respectivas motocicletas.

-Síguelos. -ordenó el que iba en el asiento del copiloto. -avisaré al señor Lee.

Al ser informado; Minho les ordenó que los siguieran sin perderlos de vista.

-Envía la ubicación. -Ordenó Lee al hombre al otro lado de la línea.

-Si señor.

Minutos después de acuerdo a la ubicación que le enviaron Minho supo adónde se dirigían, sonrió de lado marcando al móvil del guardia de seguridad.

-Van a la cafetería, no lo dejes entrar, más les vale que lo lleven al hangar, ¿Entendido?

-Si, señor. Lo veremos en la pista.

PRIMERO YODonde viven las historias. Descúbrelo ahora