La chica de servicio entró a la elegante habitación después de haber tocado y teniendo el permiso para entrar.Habían pasado dos días desde que Jin había llegado en contra de su voluntad a esa residencia.
La joven le dejó la bandeja con el desayuno sobre la mesa de centro que estaba en la elegante habitación.
Jin salía del cuarto de baño encontrándose con la amable sonrisa de la chica.
-Buen día señor. Aquí está su desayuno.
-Gracias. -la voz de Jin sonaba amable pero seca, y su rostro estaba bastante serio.
-¿Necesita algo más?
-Si, llama a Minho, dile que quiero hablar con él.
-Oh, lo siento señor. Pero el señor Minho a dado la orden de no ser molestado.
-¿Enserio?
-Si, señor. ¿Algo más?
Jin comenzó a peinar su cabello, miró a la chica por el espejo.
-Si, por favor ¿Puedes traerme la secadora del pelo, la dejé en el baño.
-Claro.
Ese momento fue aprovechado por Jin para salir de esa habitación, bajó las escaleras rápidamente buscando por todos lados a su flamante esposo, mientras que la chica salió rápido de la habitación.
-¡Señor! ¡Espere, señor Kim!
-¿¡Dónde está!? -preguntó estando en la sala y volviendo su mirada a la joven.
-Por favor señor, regrese a su habitación. Esto no le gustará al señor Lee.
Jin endureció su mirada, y se acercó amenazante a la chica.
-Escucha niñita, me importa ¡Una mierda lo que diga ese imbécil! ¡¡Dime dónde está, ahora!!
La pobre chica se estremeció ante el grito de Jin, realmente estaba muy molesto.
-En...en el bungalow...
Jin no conocía esa casa así que de nuevo con su dura mirada se acercó a la chica.
-¿Dónde está eso?
-Es por ahí...sale al jardín y camina hacia su derecha.
Jin miró hacia la puerta que señalaba la joven.
-¿No me estás mintiendo verdad? Más te vale que...
-No señor, no miento. -dijo bajando su mirada. -el señor Lee esta ahí desde anoche pero...
-¿Pero qué?
-Es que...el señor Lee...no está solo.
Jin frunce su ceño.
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PRIMERO YO
FanficJin, un chico libre, que alguna vez fue separado del amor de su vida. Los prejuicios de su padre lo apartaron del hombre que amaba. Pero para él no todo estaba perdido. Quiso luchar por su amor, pero, aveces las cosas no suceden como uno las planea...