Capítulo 6: Porte

9 5 0
                                    

NARRADOR OMNISCIENTE

— Entonces así quedamos con lo del trabajo, ahora mismo crearé un grupo de chat virtual para coordinar los detalles que faltan —dijo Sol sacando su teléfono— Solamente faltaría tu número, puedes escribirlo aquí —extendió su móvil al castaño—.

— No creo que pueda, es que no tengo celular, lo perdí... —dijo sonriendo de forma nerviosa—.

Domenico desvió la mirada de su móvil para llevarla hacia Razeck disimuladamente, recordando la conversación que había oído en la estación gasolinera. Comparó ambas reacciones del ojimiel. La de aquella noche, teniendo un profundo llanto, versus la de ahora, actuando como si nada pasara y no hubiera significado nada para él.

Domenico bufó suavemente y regresó la mirada hacia su móvil.

— Espera... ¡ya está! Tú eres el chico de la pizza —exclamó Valkyria chasqueando los dedos— Trabajas en una pizzería ¿no es así?

— ¡Sí! —sonrió soprendido— ¿Cómo sabías eso? —la atención de todo el grupo se fijó en el par—.

— Mi novio encontró tu teléfono —Domenico y Karl giraron la cabeza hacia Valkyria— Me dijo que días antes habías llevado pizza a su casa. El fondo de desbloqueo es una fotografía tuya junto a tu mascota ¿verdad?

— ¡Sí! ¿En serio lo encontró? —los latidos del corazón de Razeck comenzaron a acelerarse por la adrenalina que su organismo venía experimentando—.

— ... —ella asintió— Ahora lo llamo para ver donde nos podemos encontrar y devolverte el móvil ¿vale?

La muchacha ubicó un rincón del aula para iniciar una llamada con el ondulado, mientras tanto Karl y Domenico se comunicaban por medio de chat, éste primero alegaba su molestia al tener a Razeck en su equipo, a lo que Domenico respondía afirmativamente, agregando que seguramente no duraría mucho tiempo en la universidad pues el nivel de exigencia no sería igual que el lugar donde estudió anteriormente, sumándole comentarios clasistas y burlescos que ambos digitaban

— ¡Asunto solucionado! —comentó Valkyria regresando junto al grupo— Jarom nos esperará en la cafetería, debemos ir ni bien la maestra salga, porque creo que tiene una clase próxima por iniciar —agregó hablándole al castaño—.

— Esta bien, muchas gracias, te debo la vida —bromeó— Primero lo del proyecto y ahora con lo de mi móvil —agradeció el castaño con una amplia sonrisa—.

— No te preocupes —hizo un ademán— Ve guardando tus cosas que tenemos que salir volando —dijo haciendo un gesto de impaciencia—.

— Entonces ya tienes movil nuevamente —dijo Sol extendiendo su teléfono otra vez—.

— Sí, ahora sí —rió el castaño escribiendo su número—.

Ni bien culminó la primera clase del día, Valkyria y Razeck aprovecharon el cambio de hora para la siguiente materia en ir hacia una de las cafeterías con las que contaba la universidad.

El sonido de los cubiertos, platicas amenas, cajas registradoras, invadieron los oídos de Razeck, junto al aroma de deliciosas comidas saladas que envolvían sus fosas nasales.

— Allí está —la pelinegra señaló la espalda ancha de un muchacho, quien traía una casaca de cuero negro—.

El castaño no tenía la más mínima idea de quien se trataba, pues solamente deseaba tener nuevamente en sus manos, su móvil.

— Hey —dijo Valkyria tocando el hombro del chico, haciéndolo girar y chocar miradas con ambos jóvenes—.

Para el castaño fue una completa sorpresa saber que la persona quien había encontrado su teléfono, fuera Jarom, por lo que al verlo abrió los ojos sorprendido.

El Juego De Las Rosas | En EmisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora