NARRADOR OMNISCIENTE
Al dia siguiente, y marcando una de las primeras horas del dia, Ferisha, Janick y Mía despertaron con un sol resplandeciente, que incluso podia notarse a través de las cortinas, dándoles un efecto fulguroso.
La ojiverde pudo vislumbrar de mejor manera la suite que ocupaba pues ayer casi presa del cansancio, apenas y se fijó el encantador espacio que ocuparía por los proximos días. Y es asi como inició un pequeño tour luego de primero haber deslizado las cortinas de par en par, inundando la suite de luz natural en lo que bebía un vaso de yogur.
Janick experimentaba un nivel de magnificencia que nunca antes había experimentado. La emoción se reflejaba en su rostro mientras exploraba el entorno con asombro y gratitud.
Cada rincón había sido diseñado meticulosamente para proporcionar una experiencia excepcional. La paleta de colores que dominaba la decoración estaba compuesta por tonos costeros, destellos de turquesa, oro viejo, moca, blanco crujiente y matices de beiges, que evocaban la serenidad del mar y el brillo del sol.
El salón principal presentaba una espaciosa área de estar con cómodos sofás y sillones, dispuestos alrededor de una mesa de centro de cristal. Un candelabro de cristal colgaba del techo, añadiendo un toque de sofisticación al espacio. Grandes espejos en las paredes ampliaban la sensación de amplitud y luminosidad.
La suite contaba con varias habitaciones interconectadas. El dormitorio principal, con una cama king-size con dosel, estaba elegantemente vestido con sábanas de algodón egipcio y almohadas mullidas. Desde la cama, Janick podía disfrutar de una vista panorámica de la playa, con un mar azul brillante y el sol radiante que se alzaba en el horizonte a las primeras horas de la mañana.
El baño en la suite era un refugio de relajación, con una bañera de hidromasaje y ducha de lluvia. El mármol blanco y los accesorios de baño de lujo añadían un toque de opulencia a este espacio.
El ventanal que se extendía a lo largo del salón y el dormitorio ofrecía una vista despejada del océano y la playa de arena dorada. Las cortinas de gasa blanca se mecían suavemente con la brisa del mar, creando una sensación de serenidad y tranquilidad.
A gran escala se podía reflejar el esmero del hotel en brindar a cada huesped una experiencia inolvidable en este rincón de elegancia y confort. La suite de lujo no solo ofrecía comodidades excepcionales, sino que también celebraba la belleza natural del entorno, lo que hacía que la estancia de Janick en este refugio lujoso fuese inolvidable.
No transcurrió mucho tiempo hasta que las tres damas descendieron para disfrutar del desayuno, de acuerdo con el itinerario previamente explicado por Ilda durante el vuelo de la noche anterior.
Optaron por ocupar una mesa sin mantel, con una superficie de madera pulida y suave al tacto. El trío de amigas tomó la decisión de deleitarse con un plato de frutas frescas cortadas, acompañado de jugos helados.
La ocasión brindó una oportunidad a Mía, quien solicitó a Janick que capturara una fotografía suya.
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El Juego De Las Rosas | En Emisión
Genç KurguJanick es una muchacha que labora como diseñadora gráfica de una de las corporaciones más grandes del mundo, en el que tras hacerse acreedora de un premio, su vida da un giro inesperado, envolviendola en aventuras que jamás imaginó, adentrándose en...