Capítulo Décimo primero

3 0 0
                                    

- Hmmmm… ¿Dónde… dónde estoy? – Su voz sonaba ronca, como si hubiese estado gritando o algo, y todo a su alrededor estaba oscuro. Por alguna razón sabía que no estaba en su casa, pero todo giraba demasiado como para entender. Tanteó a sus costados, a la izquierda había una pared, a la derecha un cuerpo.

- ¿Quién…? – Él no solía acostarse con nadie, al menos en lo que se refiere a pasar la noche. Buscó por el cuerpo que dormía a su lado algo que le diera la pauta para averiguar su identidad, pero no tuvo que buscar mucho. Los rizos que coronaban su cabeza eran inconfundibles. Aris.

“¿Qué hago con Aris? ¿Cómo llegué hasta su cuarto?… ¿Y qué hago en su cama con él?”

Se ubicó rápidamente ahora que sabía en donde estaba y se incorporó lo suficiente como para encontrar la ventana y abrir un poco las cortinas. Un rayo de luz de luna entró en la habitación, haciendo que las formas fueran un poco más visibles. Cuando volvió a mira a quien lo acompañaba en la cama, no tuvo duda que era Aris, aunque se le veía un poco más tranquilo que la última vez que lo recordaba, al menos ahora con los ojos cerrados no le podía ver acusadoramente con los ojos llenos de lágrimas… ¿Acaso había llegado allí borracho  le había forzado a algo más? No recordaba nada de lo que había pasado desde que abrió la tercera cerveza y decidió armar tragos con vodka.

Le dolía mucho la cabeza, apenas podía pensar. Tenía que hablar con Aris, no podía huir si es que había hecho algo tan malo, aunque ganas no le faltaban… pero no iba a hacer eso.

- Ari… Ari… despierta… - No quería cercarse mucho, pero por más que lo sacudió gentilmente, no dio señales de estar despertando. Lo giró para ver su rostro mejor y de los labios del durmiente se escapó un suspiro somnoliento. Estaba tan vulnerable, tan accesible. No lo miraba avergonzado ni le gritaba que se alejara. Su tentación era muy grande.

Acercó sus propios labios y depósito un beso en el terciopelo de aquella boca entreabierta. Un solo beso que duró apenas unos segundos en el tiempo, pero que en esencia era mucho más. Aris no se despertó como la Bella Durmiente, pero si cerró los ojos con más fuerza, como si lo hubiera podido sentir, como si la atmósfera hubiese cambiado de repente. Lion sonrió para sí.

- Aris… - Levantó un poco la voz y tomó una de sus manos entre las propias, palmeándolo gentilmente, lo más de lo que era capaz una persona como él, claro. – Pequeño gusano dormilón, ya despierta… -

- ¿Ah?... – Aris gruño algo ininteligible y se frotó los ojos con la mano libre, luego le miró ceñudo. – Vuelve a dormir, aún es de noche… y no quiero hablar contigo si aún estas borracho… - Se dio media vuelta con toda la intención de continuar su sueño. Lion no podía creer con la naturalidad con la que le hablaba, era casi como la vez que le había dicho que quería seguir siendo virgen, estaba tranquilo y no alterado y temblando. Algo había pasado mientras estaba en su viaje etílico y quería saber qué. Y quería saberlo ahora.

- No estoy borracho… no ahora. – Tiró de su mano para obligarle a mirarlo. – No le des la espalda a alguien que te está hablando enano, quiero saber que pasó, qué hago aquí y más específicamente que hago en tu cama… contigo. Pensé que me odiabas, al menos yo creo que deberías odiarme… -

Aris refunfuño algo que Lion no pudo oír.

- ¿Se suponía que te dejara ahogar en tu propia porquería? Lion, no soy esa clase de persona, y después de que te ayudé, tú mismo te levantaste y te acostaste en mi cama… no me pareció bien empujarte hasta el piso, y yo no iba a dormir en el piso tampoco. Eso es lo único que sé… a qué viniste cuando estabas ciego de lo borracho, no sé. Bueno quizás sí, aunque te desmayaste antes de que pudieras hacerlo propiamente… - Cuando lo miraron, sus ojos brillaron con el destello plateado de la luz de la luna. Estaban rojos por fuera e hinchados. Había llorado mucho, quizás hasta había llorado mientras dormía… pero el chico que le hablaba ahora, sonaba seguro, despreocupado, incluso era sarcástico ¿Qué había pasado con Aris?

Ojos de CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora