Capitulo 9 Dulces recuerdos del Pasado.

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21 de diciembre de 1892 Inglaterra.

Hace 5 años atrás.

Era un día muy juguetón para estos dos mellizos de 10 años, ellos tenían una tarde muy divertido con su tío. El había suspendido las clases para pasar tiempo con ellos así podían disfrutar de tres días libres, una de las razones es porque mañana seria su cumpleaños numero 11 y los niños siempre son inquietos cuando se trata de las fiestas de cumpleaños que les organizaban y todos trataban de que fuese una sorpresa. Cada año era algo distinto ya que el tío era creativo, trataba de que tuvieran una buena infancia, todos los días eran risas en la casa junto al tío. Los lugares más transitados por este trió maravilla, era el patio donde jugaban al escondite, con la pelota y croquet, aunque eran mas fanáticos del golf, luego la biblioteca, donde el tío Luis hacia interpretaciones con los libros y adivinanzas bastantes avanzadas para estos niños de mente brillante, aveces estaban en el comedor platicando con los empleados o en el estudio jugando a las cartas y contando historias. Una epoca brillante en sus vidas, su tío Luis recompensaba la ausencia de sus padres.

—-Donde están...? Los voy a atrapar escarabajos.—-Decía mientras buscaba entre la hierba alta a los niños escondidos, ellos soltaban risitas delatoras. El tío Luis se acercaba a ellos con cada risita y ellos sin esperarlo...—-Aquí están!—-Dijo abrazando a los niños y elevándolos.

Ellos no paraban de reír hasta que él los bajo.—-¿Cómo nos descubriste tío?

—-Si se la pasan a reír a cada minuto sera fácil.—-Los niños se rieron junto a él, la verdad les gustaba cuando él los alzaba cuando los encontraba.

—-Amo Willian, ya está lista la merienda.—gritaba Camelia a la distancia con una enorme sonrisa.

—-Srta. Camelia ya le dije que puede llamarme Luis o tío Luis. Olvidemos las formalidades, usted es familia como todos aquí.—Lo dice con una sonrisa de oreja a oreja.

—-Está bien..—-Dijo sin dejar de sonreír. Esa época era cuando los empleados se integraron a la casa y luego llegaron los niños hace 7 años atrás esa época fue hermosa. Los empleados de limpieza Yetro Spraus, Sofia Reyes. Llegada de Ecuador. Jonathan Coleen, Vicente Ross, Magdalena Moreau, Barbara Bianchi, su hermano Francisco Bianchi, Archivaldo Johnson. Obvio no olvidemos a Camelia y Agatha Archer, Horatio lambert Blanc, Cromac  Dancing y Andrew Black. Solo 5 de ellos se quedaron en la mansión tiempo después.

—-Bueno vamos a entrar, que su merienda se va a enfriar, que tiene el día de hoy preparado Srta. Camelia?

—-Es una sorpresa para mis dos niños preferidos.—Dijo de manera divertida.

—-Bueno, entonces andando!—Los niños corrieron adentro de la mansión para adentrarse al enorme comedor, estando ahí  se quedaron boquiabiertos al ver dos trozos de pastel de chocolate con crema, al lado estaba dos platos con frutas picadas y una batida de melocotón fresco. Ellos voltearon su vista al ver que entraba Camelia y decía.—Sorpresa!—-. "Srta. Camelia, esto es increíble!". Comentó Liliana.

—-En su cumpleaños tendrán algo mucho mejor.
—-Shh!! Es un secreto..—-Agregó el tío Luis.
—-¡Ay! Es cierto...
—-¿Ni siquiera una pista?—reclinó Pitter.
—-Pitter, tú y tu hermana son demasiado listos, si les dijera por lo menos una pequeña cosa, ya tendrían 2 diferentes teorías.—Dijo el tío Luis
——Estoy escuchando las voces de unos niños peculiares..—-Dijo Horatio saliendo de sorpresa de la cocina.
—-¿Porque no vas a la cocina a hacer algún flan?—Dijo Andrew que acababa de entrar.
—-Y tú porque no vas a vigilar o algo?
—-Acaso hay una reunión y no me avisaron?—Dijo Agatha.
—-Pensamos igual.—Dice Yetro entrando con los demás empleados.
—-Ya que todos estamos aquí, ¿Porque no nos sentamos a merendar?—Dijo el tío Luis.
—-Me parece bien.—Dijeron Andrew y Horatio al unísono. Ellos solo miraron al otro.
—-¿Qué? ¿Acaso también son mellizos para hablar al mismo tiempo?—Dijo Agatha sarcásticamente, pero lo que había dicho le dio risa y no podía evitarla.
—-Muy graciosa Agatha.—Dijo Andrew.
—-Buena esa. Ja!—-Dijo Francisco, su hermana le pegó para que se callara y él chilló.—No pegue!—Dijo frotándose donde fue herido.
—-Bueno, vamos a comer o qué? Tengo hambre y ese pastel se ve delicioso.—-Dijo Sofía. Todos se rieron ya que a Sofía le gustaban mucho las cosas dulces.
—-Muchas gracias, ayude a Camelia hacerlo. Será mejor que traiga el pastel para repartir más pedazos. —comentó Horatio. Mientras todos se sentaban a la mesa y él se dirigía a la cocina, ¿Se podrían creer que estarían comiendo pastel y mañana comerían uno más grande?

Secretos bajo el viejo LondresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora