El Pasado Jamás Olvida

353 21 2
                                    

_ese vestido te queda precioso_ alagaba Makoto.

_¿No te parece demasiado llamativo?_

Se la notaba algo nerviosa presumiendo demasiado su blanco vestido.

_para nada, una novia siempre debe verse radiante en su boda_

Estaba ligeramente decaída, aunque intentará verse normal todo el tiempo  había ocasiones en qué descuidaba   su semblante.

_una novia debería estar feliz por su día, no trizte_

Ante aquel comentario Himeko se notó sorprendida por la increíble percepcion de Makoto.

_¿Es por ella verdad?_ interrogó Makoto.

_Makoto_ acompañada de un cierto silencio de intriga _¿Creo que me enamorado de ella?_ dijo ruborizandose.

_¿Ahora piensas hechar todo por la borda?_ sonaba molesta, podía notarse su disgusto por la forma de su tono y y la forma en que cruzaba sus brazos.

_no lo sé, lucho por dentro intentando saber  la respuesta, se que dije que me casaría con Sōma. Pero_

_¿Pero que?_

_no siento amor por Sōma, Chikane es única ella me hace sentir cosas que jamás experimente_

_¡Pero ella es un demonio!_ levantó ligeramente la voz.

_lo se. es por eso que no puedo amarla como quisiera_

Makoto dio un profundo suspiro, posteriormente se aproximo a su amiga.

_has lo creas que es correcto_ tocó su hombro y luego se retiró por la puerta principal dejando en duda a Himeko.

(10 días después)

Ha pasado 10 días y han sido pocas las palabras que han cruzado Chikane y Himeko. Ella siempre llegaba tarde y lucía extremadamente exausta, su contraria casi siempre la encontraba durmiendo. Himeko tampoco quería molestarla, incluso ella tenía sus momentos ajetreados con respecto a su boda, y su hija desde que había comenzado la escuela casi siempre se la hallaba leyendo estudiando y pasando un breve momento con una amiga,pero siempre hallaba la forma de pasar un tiempo con su padre a quien seguía atesorandola como al principio. Los breves momentos de descanso se los otorgaba a su hija.

_¡Chikane! ¡La temperatura!_ grito la encargada del horno.

Rápidamente Chikane tomo el termómetro láser y posteriormente acercarse al hierro hirviendo con su traje protector. Apunto el termómetro láser y se sercioro de la temperatura.

2055 grados centígrados!_ grito.

En ese momento la grúa trajo consigo un enorme crisol en la que comenzaron a vaciar el metal fundido, posteriormente se hecharian otra porción de hierro en el cual realizarían el mismo proceso, Chikane preparada con su equipo y sus colegas de trabajo empleaban su esfuerzo por retirar la escoria de encima esa enorme masa negra que sobresalía por encima de la mezcla caliente posteriormente lo almacenaban en otro crisol en la que otro transporte se la llevaría a un tiradero cercano.

La alarma sonaba a medio día y los turnos se invertirán para descansos, y para las 7:00 PM los del turno de la noche se hacían cargo de la continúa demanda de acero. Ante ello la agotada Chikane se cambiaba para irse hasta que:

Himemiya Chikane!_ oyó la voz de su capataz.

Era una vir corpulenta pero con una apariencia Tosca dando a entender sus largo esfuerzo laboral, era muy atenta y estricta laboralmente, pero fuera de ella se transformaba en una compañera alegre muy social.

El Demonio Entre Las PiernasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora