Fantasmas del pasado

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Su pulso se aceleraba con cada segundo, sentía como si se fuera a desmayar, su olor equiparable solo a las rosas más jóvenes de un jardín y su calidez era mas ardiente que las llamas del averno, su piel era tersa y suave que al menor tacto podía notarse las caricias en el y sus alas cómodas y acolchadas de algún modo se mantenían relajadas en lo largo de la habitación. Las alas membranosas se extendían de la misma manera superponiéndose con las de su compañera, a su vez sus gemidos sonaban tenues casi inaudibles pero algunos se hacian notar en el silencio de la noche. Su torso chocaba contra las sabanas mientras que su espalda era masajeada por los senos de la demonio, cada segundo era disfrutable y cada movimiento era devuelto con un devil gemido, ¿era acaso la accion del amor o quisa un simple deseo nada importo solo la sola satisfacion mutua. Besar sus labio ¿talvez haria que el efecto se duplicara? pensó Chikane, la angel giro lo suficiente la cabeza para que pudiera alcanzar sus labios y lo hizo haciendo que las acciones por parte de la demonio se duplicaran, sus movimientos fueron cada vez mas veloces y sus piles en una union casi inseparable se rozaban fricionandose una contra la otra.

Abrio los ojos con tal asombro que se sentia casi como si aquello hubiera sido real.

_¿Que fue eso?_ se pregunto así misma recostandose boca arriba.

Se puso la mano en la frente luego la paso por su cara para borrarse esa expresión de sonolienta. Volteo a ver el reloj solo para darse cuenta de que era muy temprano. 5:09 AM.

_¡Pero que temprano!_

Se levantó para luego sentarse en el borde. Posteriormente se puso en pie para luego vestirse, una vez despierta no había forma de que volviera a dormir. No con el sueño que había tenido, camino de forma errante por entre las habitaciones y como era de suponerse se asomo a la habitación de su hija, la vio dormir tranquilamente, sin hacer demasiado ruido cerró la puerta y prosiguió a la de su madre.

La ángel dormia de la misma forma que su hija, pero por alguna razón no dejaba de mirarla, de repente sintió la nesecidad de entrar y observarla de más cerca, entro a hurtadillas con el único propósito de contemplar su belleza. Estuvo así por al menos 10 minutos, quería tocarla sentirla al menos un poco tan solo un poco, acerco su mano y a unos milímetros rozo su mejilla con el dedo. ¡Fue suficiente! Se dijo así misma y tras retirarse retrocedio lentamente, pero en ese preciso momento por una mala jugada del destino un chinche que ya hacia en el suelo hizo que Chikane brincara de dolor hacia la cama de Himeko y en un presipitado momento Himeko despertó violentamente, al verla a ella en esa posición un crudo recuerdo vino de forma repentina.

El miedo se apoderó de ella y sin pensarlo comenzó a golpear y patear Chikane, enloquecida por el miedo sacó sus alas y sus ojos destellaron, antes de que Chikane pudiera decir algo salió expulsada junto a una rafaga de viento hacia adelante donde se estrelló contra la pared creando un fuerte estruendo.

_¡alejate de mi!_ grito la ángel de forma muy agresiva.

Se notaba alterada y con mucha razón, Chikane aún intentaba disuadirla levantando las manos al frente en señal de que no estaba haciendo nada malo.

_¡Espera, no estaba haciendo nada!_ intentaba explicar.

Ante ello Himeko empezó a aletear creando una ventisca de aire que empujaba a Chikane cada vez más atrás, el aire se arremolinaba y las hojas de papel revoloteaban, y la silla de enfrente ante la fuerza termino destruyendo haciéndose de si un arma mortal en el proceso y con las ráfagas de aire salieron disparadas hacia Chikane quién sin poder percatarse de ello recibió dos apuñaladas una en el hombro izquierdo y la otra se clavo a lado derecho de su torso por encima de su seno.

Ante ello la demonio lanzó unos gemidos de dolor, la ángel al percatarse de la sangre se detuvo.

_¿Pero que he hecho?_ se dijo a si misma preocupada por lo que sus ojos veían.

El Demonio Entre Las PiernasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora