El Demonio Entre Las Piernas

El Inicio De Un Cambio

_¿estas sangrando?_ dijo Himeko con preocupación.

_no, no esto solo es un rasguño_ intentaba ocultar las heridas de anoche, pero a comparación de horas atrás estos se habían vuelto a desgarrar, soltando sangre sin control.

Himeko estaba segura de que era una herida muy profunda, así que sin siquiera pedir permiso tomo de la muñeca a Chikane para luego arrastrarla hasta un botiquín.

_te dije que estoy bien_ intentaba disuadirla.

_¡tu no estas bien!_ continuo llevándola entre protestas.

Pasando del corredor hasta el baño Himeko la obligo a sentarse en el retrete mientras esta sacaba el botiquín tras analizar sus heridas comenzó a limpiarlas para luego untar alcohol.

_¿no sientes dolor?_ interrogo, sorprendida de que Himeko no se quejara e inmutara por el dolor de sus heridas.

_hace mucho que deje de sentirlo_ replico.

_ya veo, debió sentirse terrible_

_¿terrible?_

_si, había escuchado que se sometían a algunos maleficios y torturas para perder la sensibilidad_

_fue por voluntad propia. pero no siempre resultan ser efectivos, si no, no podría sentir tus manos_

Himeko inmediatamente se ruborizo ante el comentario haciendo que lo ocultara.

_acabe, solo espero que no vuelvas a abusar de tu cuerpo de esa manera_

Solo recomendó mostrando un tono tranquilo ocultando así los efectos de las palabras de la mujer ocultando la vergüenza dándole la espalda a la demonio , pero antes de salir del baño se detuvo y giro a verla.

_¿vienes?_

_¿a donde?_ pregunto Chikane.

Sonrió un poco haciendo que Chikane le devolviera el mismo un tanto forzado, ya que ella misma se veía patética al no hacerlo de forma natural, ese era su concepto de si misma.

_a la cocina, aunque quisiera que despertaras a Tenma primero_

La misma se puso en pie salió junto a Himeko al corredor donde tomaron caminos diferentes, la demonio fue en busca de su hija, entro con cierto silencio, no la quería despertar de golpe. quería hacerlo con mas cuidado como si actuara de verdad como su padre. era su primer vez no comprendía aun del todo como ser un padre, ella quien ni siquiera conoció de cerca al suyo solo oía historias con respecto a sus orígenes frente a un sociedad algo hueca entre las de su clase. Intentaba tomar un rol mas amable evitando ser ruda como lo había sido cuando la conoció por primera vez, algo de lo que estaba arrepentida y ansiaba remediarlo, su actitud hacia su hija ahora tomaría un rumbo diferente.

_Tennma, Tenma, despierta, tu madre dijo que despertaras para que tomes tu desayuno_ hablo en un tono suave y claro sacudiendo un poco para que la niña despertara de la forma mas tranquila.

_mami soñé que papá, había vuelto_ dijo adormilada con los ojos cerrados, ignorando que su padre se encontraba precisamente con ella sin percatarse de que lo acontecido ayer fue verdadero.

_no Tenma, papá esta aquí, yo estoy aquí contigo, no volveré a dejarte sola_

Lentamente la niña abrió los ojos observando a su padre.

_¡Papá!_ estaba al borde de llorar, sin contener mas sus emoción salto a los brazos de su progenitora _papá, pensé que jamás volverías_ dijo con sus pequeñas lagrimas escurriendo por el cuello de su padre.