La Rival

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La hora laboral había empezado y las dificultades antiguas aún se reflejaban, las labores pesadas y de más demanda se le daban bien sabiendo que su fortaleza erradicada en la fuerza y en la resistencia al Calor, un atributo que no fue desaprovechado por Chikane quien al verse opacada en las labores menos exigentes se dio a la tarea de transportar las bandejas y revisar los hornos candentes y extraer los productos que ya estaban cocidos, como era de esperarse el calor no le afectaba pero el olor de pan recién horneado despertaba uno que otro apetito involuntario.

De pronto al verse afectada su hija fue  la que cayó bajo la tentación, y bajo la mirada de su padre está levanto uno para luego llevárselo directamente a la boca.

_¡Tenma!_ llamo la atención su padre.

_pero papá el olor levanto mi hambre_

_pero si acabamos desayunar_

La niña al igual que muchas veces ponía una expresión suplicante que a los ojos de su padre no podía negarse. Al igual que la menor está hizo el mismo acto y tras sentir el sabor de la masa esponjosa desaciendose en su paladar no pudo evitar sonreír y ruborizarse, no pudo evitar que la nostalgia la invadiera en cierta forma esa situación era muy parecida a lo que ocurría con gula y pereza, ¿Que será de ellas? Cuestionaba su sola falta de presencia ahora que ella vivía como una humana más sin mencionar que convivía con un ángel y una mestiza, suspiro algo desalentada.

_¿Ocurre algo papá?_

_no es nada_ negaba.

_¿Que hacen ustedes dos?_ la voz de Himeko hizo presencia.

Ambas sintieron un pequeño pulso de electricidad recorrer en sus cuerpos, sabiendo el desacato que habían cometido dirigieron sus miradas hacia Himeko con dificultad.

_¡Nada!_ dijeron ambas al unísono.

En ese momento el rostro de Himeko se torno de uno amable a uno totalmente serio.

_asi, entonces esas migajas en su rostro debe ser imaginaciones mias_ dijo sonriendo de forma forzada.

_lo sentimos_ dijeron ambas apenadas.

El olor de los panes recien horneados trascendia hasta la calle, de repente los clientes se asomaban terminando el lote entero cada producti en la alacena se vendia con tanta rapides que para las 11:00 Am la tienda comenzaba a cerrar, de pronto un ultimo cliente ingresaba, su rostro androgino y su cabellera larga junto con su estatura alta indicaban que era una Vir.

_lo siento, ya estamos por cerrar_ indicaba Chikane limpiando el mostrador.

_que pena, esperaba que Himeko me dejara algo_ se detubo frente al mostrador.

_¿Himeko?_ dijo desconcertada.

_debes ser nueva, soy amiga de Himeko, me llamo Sõma Õgami, mucho gusto_ extendio la mano hacia Chikane.

Amiga, una vir tan bella, que incluso rivalizaba con la belleza de Chikane, se sintio opacada por ella sin mencionar que conocia a Himeko, era una clara señal, esta Vir podria tener a cualquier femina postrada en sus pies sin duda Chikane se sintio algo molesta pero por sobre todo se sentia insignificante ante ella, algo que nunca habia pasado.

_encantada_ intentaba discimular su antipatia ante ella, extendio su mano para completar el saludo.

_me llamo Chikane Himemiya, y soy el padr......_

_¡Sõma!_ Se hoyo la voz entuciasmada de Tenma.

Rapidamente la pequeña corrio hasta ella quien luego procedio a levantarla hasta su altura.

El Demonio Entre Las PiernasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora