¿Castigo?

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Apenas han pasado dos días y por alguna razón Himeko no paraba de pensar en aquella mujer, cierta preocupación marcaba su rostro haciendo que ella se preguntara ¿Dónde estaría ahora? fue fugas algo que simplemente se le paso por la mente una vaga pregunta que no tenia respuesta. Miro al cielo mientras secaba la ropa en el tendedero detrás de su casa con una puesta de sol en escena. sacudió la cabeza para que olvidara la pregunta pero había algo que no la recordara cada vez que su pequeña hija preguntaba por ella, ¿por que era lo único en lo que pensaba? mas allá de eso habían otras preguntas como ¿el negocio anduviera bien por la tarde? o ¿Cómo estará Makoto? del negocio nada que temer por que aquello andaba mejor que nunca, y por Makoto no había nada de que preocuparse después de todo ella controlaba la mitad de la ciudad. Rápidamente sintió una leve sacudida de su falda, dirigió su mirada hacia su hija quien la miro un tanto extrañada.

_¿mami cuando volverá papá?_ pregunto al igual que lo estuvo haciendo desde hace algunos días.

Himeko se agacho hasta su altura deposito su mano sobre su hombro derecho.

_no estoy muy segura hija, papá simplemente se marcho a su trabajo, no se cuando volverá_ dijo con sinceridad.

_¡yo quiero a mi papi!_ comenzó a levantar la voz haciendo un berrinche frente a su madre.

_no puedo hija, no ahora_

Se sentía desilusionada por las palabras de su madre después de todo ella le había dicho que regresaría pronto, se puso a pensar de que la había engañado, sentía la necesidad de una figura paterna después de todo muchas niñas al igual que varios de sus amigas tenían uno. y se puso a pensar  ¿que ella talvez no era amada? corrió rápido hacia afuera su madre no tardó en darse cuenta de que huia al verla salir por la parte delantera de la casa está la siguió con el mismo ritmo para poder retenerla, por el contrario la niña con pequeñas lagrimas en sus ojos comenzó a llorar regandolas por el pavimento cayendo como gotas de lluvia manchando una alfombra áspera y grisácea desapareciendo en la misma como si el suelo reclamará sus lagrimas para ella misma. A su vez su madre preocupada comenzaba a llamarla con un tono desgarrador.

_¡Tenma regresa, es peligroso!_

La ignoro completamente intentando secar sus lagrimas con sus manos, entonces una idea le surgió en su pequeña cabeza. si mas recordaba ella encontró a su padre en una situación no tan diferente a lo que estaba pensando hacer. quería llegar a la zona roja de la ciudad donde la hsbia encontrado por primera vez, talvez ahí se reencontrarian de nuevo, pero para conseguirlo primero debía perder a su madre. tan solo unos instantes después una sensación surgió tal y como una vez había sucedido atrás, un pulso hizo que su visión se tornara como aquella vez después sintió aquella flama delante de ella, ¿tenia que ser ella? su corazón así lo decía, la persona delante de ella llevaba una capucha y una falda de mezclilla demasiado corta, no se podía ver su rostro ni mucho menos se podía distinguir nada de ella. Pero la suerte estaba echada corrió antes de perderla y se lanzo con todo hacia ella gritando.

_¡Papá!_

La mujer se dio vuelta y tras desvelar su rostro se veía sorprendida con la niña saltando hacia ella. La niña llego hacia ella abrazándola hasta que sus pequeños brazos rodearan su cuello haciendo que la fuerza la empujaran hasta caer de bruces contra la acera y la capucha saliendo disparada hacia atrás mostrando su rostro al descubierto.

_¡papá no vuelvas a irte!_ dijo escondiendo su cara en el cuello de la mayor.

Instintivamente la mujer la tomo por la espalda baja abrazándola con cierta dificultad, ya que ella no conocía tal sentimiento, pero por extraño que sonara para ella se sentía cálida y reconfortante. Himeko tras ver lo ocurrido se detuvo a unos dos pasos de ella, algo preocupada en un principio pero en cierta forma mas tranquila ahora que su hija ya no huía de ella.

El Demonio Entre Las PiernasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora