Beautiful Angel Of The Night (URSS x FEM Perú)

XXXII / 32

Pasaron dos largos días hasta que la bicolor finalmente logró llegar a territorio ruso tras sortearse entre los bombardeos enemigos que perduraban en las naciones de sus otros niños, su ropa estaba llena de hollín al igual que algunas partes de su cara y se encontraba sumamente agotada en todos los sentidos posibles, caminaba nerviosamente entre los civiles y soldados cubriéndose con una capa vieja para no ser reconocida pues estaba algo paranoica temiendo que volviesen a atacarla. La capital estaba reparando poco a poco las edificaciones que se vieron reducidas a escombros tras el ataque alemán el año anterior pues todos los recursos se dividían en armas y alimentación por lo cual muchas cosas escaseaban, pensar en ello la distrajo por un rato creando algunos planes para cubrir esas necesidades con exportaciones de su territorio. Al llegar al edificio de inteligencia prefirió entrar directamente por la ventana que pertenecía a la oficina del de parche allí esperando a que no se hubiesen movido tras el ataque al tren, por suerte nadie la notó porque prefería evitar que la viesen en ese estado tan lamentable a su opinión.. la luz estaba encendida y las cosas que reconocía seguían en el mismo lugar por lo que suspiró con alivio dejándose caer sentada sobre el suelo sintiendo que finalmente estaba a salvo, casi 10 minutos después la puerta se abrió dejando ver al de ushanka frotando su rostro con frustración hasta que notó a alguien allí por lo que enfocó su vista.

-Мамочка..? -Murmuró con pasmo el de cabello desordenado procesando segundos después, por lo cual corrió hasta ella dejándose caer de rodillas para abrazarla con fuerza sintiendo la necesidad de llorar por poder verla otra vez-.

(Mamá..?)

-Rusia.. -Dijo ella llorando fuertemente liberando parte lo que sintió esos meses alejada de quienes quería, se sentía como una niña tras un susto enorme finalmente en la seguridad de su casa- ¿Dónde están Soviet y tus hermanos?..

-Repartidos en el frente, Папа está aquí.. lo convencí para que se tomase un descanso, estuvimos buscándote por todos lados.. -El menor sentía su voz temblar ante el alivio de que su temor de no volver a verla ya fuese obsoleto- Te llevaré a una de las habitaciones para que tomes una ducha y puedas ir a verlo, sé que no te gusta lucir mal..

La de ojos café asintió separándose del abrazo y tras levantarse empezó a caminar a su lado en dirección al piso de habitaciones, una vez allí el ruso le consiguió otro uniforme y fue en busca del mayor para saber cómo se encontraba. En el baño Perú se desnudó frente al espejo observando la cicatriz del disparo en su hombro izquierdo y su estomago amoratado tras una pelea para quitarse de encima a un soldado que intentó llevársela el día anterior cuando se detuvo para descansar en el bosque cerca a un pueblo, al colocar una mano sobre la mancha violácea verdosa sintió algo de dolor por lo que separó unas vendas del botiquín para usarlas luego de limpiarse. El agua estaba fría pero lo único que le importaba era refregarse la esponja enjabonada para intentar sacarse así todos los recuerdos aterradores que tenía en mente para poder dormir tranquila al menos por esa noche entre los brazos de su prometido, tuvo que detenerse cuando su piel comenzó a arder ligeramente por el raspado de la esponja.. así que cerró el agua y secó su cuerpo cuidadosamente con más tranquilidad en el alma, se vendó y vistió a su tiempo cepillando después su largo cabello algo maltratado pues había pasado demasiado desde la última vez que pasó su día en un salón de belleza gastando su fortuna en banalidades como el resto de mujeres de la alta sociedad, ante el recuerdo de su antigua vida no pudo evitar reír suavemente debido a lo mucho que había cambiado tras todo lo que pasó hasta ese momento en el que veía sus ojeras y su expresión cansada.

-¿Rus?.. -Habló la americana saliendo al pasillo en donde se encontró con el mencionado apoyado en la pared del frente escribiendo unas cartas rápidamente sobre su mano como apoyo, claramente estas irían a las ubicaciones donde estaban sus hermanos para comunicarles la noticia-.

-Está despierto leyendo unos informes, espero no se infarte o tendremos problemas -El de ushanka gris dobló los papeles y la guió hacia lo otra sección del piso deteniéndose frente a la última puerta suspirando un poco nervioso antes de tocarla- Padre, soy Rusia.. 

El núcleo de la peruana comenzó a girar rápidamente al oír la voz del mayor, para cuando el bicolor abrió la puerta ella estaba llorando nuevamente sintiendo en silencio como sus lagrimas descendían una tras otra sobre sus mejillas. Cuando el de parche levantó la mirada con aburrimiento esperando ver a su "Primogénito" con más documentos dejó caer los que tenía en mano mirando atónito a la castaña de pie en la entrada, se levantó tembloroso de su escritorio y se acercó a ella acariciando su rostro con suavidad comprobando que no era una alucinación.

-Te busqué en todas partes, creí que enloquecería si no lograba encontrarte -El de piel roja la tomó entre sus brazos sintiendo como ella se aferraba a su pecho, el enorme vacío que tenía en su alma había desaparecido ya y no volvería a dejarla sola- ¿Qué fue lo que ocurrió?..

-Los alemanes atacaron el tren hasta descarrilarlo y asesinaron a los que lograron sobrevivir a eso, me atraparon cuando intente escapar y me mantuvieron en el sótano de una casa capturada.. -La mayor no se sentía bien mintiendo pero había prometido no dejar que molestaran a los escandinavos y ella siempre cumplía sus promesas- Se descuidaron durante una guardia y pude quitarle el arma a uno... los maté a todos y estuve vagando algunos días intentando ubicarme para volver..

-Esos malditos bastardos, gracias al cielo que no te llevaron con ese Nazi desgraciado.. -Suspiró el soviético para luego besarla con intensidad, el menor había vuelto a la oficina para seguir con su trabajo y enviar las cartas pero ya se encontraban considerablemente más tranquilos ante la presencia de la mujer-.

Ambos pasaron el resto del día acostados en cama abrazándose acurrucados en el otro intentando olvidar toda la angustia vivida previa a ese momento, Perú había vuelto a ponerse su anillo y jugueteaba con el acostada sobre el pecho ajeno. Recordaba claramente esa noche de navidad en la que el menor le pidió unir sus vidas en matrimonio, la felicidad y el amor que sentía por él seguían allí como si nada hubiese cambiad desde entonces.

-Mi propuesta sigue en pie.. -Murmuró el rubio para la bicolor mientras la miraba, sentía su suave respiración chocando contra su cuerpo y posteriormente su movimiento para girar a verlo directamente con la mirada única que tenía para él-.

-Una y mil veces diría que si.. -Respondió volviendo a unir sus labios cariñosamente sintiendo esa enorme felicidad que le producía el estar juntos, se tomaría esa noche libre antes de contactar a sus padres y de volver a la resistencia contra el fascismo más enojada que nunca dispuesta a acabar con el Eje-.