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—Quiero irme. —Gruñó el tricolor castaño cuya bandera iba tomando el tono rojizo y un diseño similar a las olas.

—Acaban de anexamos, no seas imbécil. —Respondió de mala gana la chica a su lado mientras colocaba hielo en su mejilla hinchada producto al puño de Ucrania.

La pelirroja le había escupido en la cara a la ruda Soviética mientras esta la tenía en el suelo y provocó que la golpease con fuerza. Kazajistán tuvo que intervenir para que los golpes no pasaran a algo más grave, la latina de ojos café les servía té al nuevo trío en casa que eran observados por los hijos de Soviet con fastidio ya que no habían parado de quejarse o intentar escapar desde hace tres días cuando el anexado acabó y volvían finalmente a casa. 

—Niños, ¿Han visto a su padre? —Se oyó la dulce voz de Perú desde la cocina, se acercaba a los jóvenes con una nueva fuente con la humeante taza de la infusión. Bielorusia negó pero luego señaló que tal vez estaría en su oficina.

El rubio nuevamente estaba enterrado bajo los papeleos de las bajas, pérdidas de equipo militar y las reformas que le harían a los nuevos territorios, estaba tan sumergido en el trabajo que no notó la presencia de la latina hasta que esta se sentó sobre sus piernas abrazándolo del cuello de manera cariñosa.

—Oh Perú, no noté cuando llegaste.. —Dijo en voz baja el soviético mayor rodeando la cintura ajena y moviendo la silla giratoria con los pies para quedar de espaldas a la puerta en caso de que alguien entrase sin llamar.

—Andas muy metido en la guerra comenzaste a dormir mal otra vez, deberías darte un descanso de mínimo dos horas antes de seguir o volverá a afectarte la vista. —Le recordó seriamente la bicolor colocando su índice derecho repetidamente sobre el pecho ajeno picándolo.

—Bueno tal vez podría tomarme un pequeño descanso... —Se inclinó en dirección a la más baja acercando su boca al cuello de esta comenzando a morderlo ligeramente ocasionando un leve temblor en ella— Desde hace cuanto..?

—Dos meses supongo.. —Murmuró Perú algo inquieta por el aliento en su piel, al sentir su cuerpo resbalándose se acomodó notando un bulto que antes no estaba y se mordió el labio— Mierda soviet...se supone que tenías que descansar y esto es todo lo contrario.

C  O N T E N I D O  E X P L I C I T O.

—Hay otras maneras de bajar el estrés mucho mejores..—Susurró de manera divertida pasando las manos desde la espalda de la mayor hasta llegar a su trasero el cual apretó con ambas manos en dirección a su entrepierna que seguía abultandose notoriamente más—Por favor...

—B-Bien bien.. —Respondió ella ante la suplica infantil del rubio cenizo, apretó los dientes en silencio cuando sintió las manos frías ajenas colarse por debajo de su vestido recorriendo su cálida piel que cosquilleaba ante la temperatura del tacto ajeno.

El de piel rojiza se quitó la gabardina quedando solo con su camisa blanca y sus pantalones formales desabrochados los cuales bajó un poco aún sentado mientas que la de ojos café levantaba su vestido dejando su ropa interior a la vista. Acomodándose nuevamente sobre él movió a un lado la fina tela blanca que cubría su femineidad, el de vista celeste resopló ansioso tomando su miembro con una mano e introduciendolo en la mujer quién jadeo apoyándose en su pecho, una vez ya unidos Soviet empezó a mover la cadera de la joven con sus manos sintiendo como la temperatura de ambos aumentaba con cada movimiento. Él añoraba desde tiempo atrás volver a compartir un momento así con la mujer que le robaba el sueño, antes lo había hecho con una o dos mujeres ya que no era un santo...pero ninguna otra se compararía jamás con la latina que gemía entre sus brazos, probablemente porque estaba enamorado de esa caótica princesita.
Perú movía la cadera de arriba a abajo mientras se sostenía de los hombros del más alto que besaba su cuello con necesidad pero con cariño, ella suspiraba sintiendo como aquello en su interior se movía con dureza haciéndola sentir en el cielo, tras un buen rato de aquello finalmente el de parche gruñó aferrándose a ella sintiendo algo tibio escurrir entre sus piernas haciéndola jadear con una sonrisa. Hacer aquello no era un problema para ellos pues a diferencia de los humanos, los ángeles podían controlar la habilidad de generar vida en sus cuerpos a voluntad, era casi como ser estéril hasta que quisieras lo contrario.

—Deberíamos "descansar" más seguido..моя любовь... —Murmuró este en el oído de la latina que se limitó a reír despacio por el cansancio y golpearle ligeramente el hombro con una mano.

A pesar de no demostrarlo, a ella le emocionó oírlo llamarla de ese modo pues normalmente sólo decía su nombre....era la primera vez que le decía algo como "Amor mío" y esperaba que no fuese la última vez.
Por el lado contrario el eslavo ya tenía claros sus sentimientos por la bicolor, estaba enamorado de ella cual adolescente en primavera y quería estar junto a ella el resto de lo que llegase a vivir.

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—Por favor que alguien me arranque los tímpanos. —Gruñó Lituania cubriendo sus oídos con ambas manos mientras colocaba expresiones de asco.

—Con el tiempo llegas a acostumbrarte —Respondió con simpleza el ruso que jugaba a hacer bolas de nieve con la rubia menor.

—¡Es realmente asqueroso! —Dijo la pelirroja agitando los brazos en un berrinche que sacaba de sus casillas a Ucrania que era retenida por el nervioso joven de ojos verde limón.

—Entonces morirás Virgen, dejalos divertirse. —Concluyó el de alas amarillas arreglando sus plumas sentado a la espalda de Rusia, ambos eran inseparables.

Los jóvenes prácticamente salieron a empujones de la casa cuando los extraños ruidos comenzaron en el piso de arriba, algo avergonzados se sentaron en el pórtico de la mansión calculando cuanto tiempo tendrían que esperar para volver a sus deberes.

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—¿Entonces tienes todo preparado, verdad? —Cuestionó el de uniforme negro que se hallaba sentado en su escritorio con los pies sobre la madera.

—Si señor Reich, todas las divisiones estarán a su disposición cuando sea tiempo —Habló el soldado enviado con la información para el fascista que sonreía mostrando sus brillantes colmillos y se retiró bajo la orden del ángel.

—La Unión Soviética será mía y no podrán impedirlo. —Se dijo a si mismo el de esvástica levantándose y caminando hasta el balcón de su oficina en medio de Mitte— Deutschland, Deutschland über allen.

Sin embargo había un pequeño niño detrás de la puerta que alcanzó a oír el tarareo de su padre entristeciendose debido al favoritismo que éste tenía con su hermano mayor y que trataba de ocultar. Prusia, nombrado así en honor a su poderosa antepasada, se alejó del lugar caminando hasta el jardín en donde la cariñosa Blonda jugaba a perseguir mariposas, el tricolor abrazó sus piernas sintiendo como la amigable canina se acostaba a su lado para hacerle compañía como si sintiese su pena.

Beautiful Angel Of The Night (URSS x FEM Perú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora