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Dos días.

Llevaba ya dos días en territorio enemigo y lo único que había hecho era sentarse en un sofá a beber chocolate caliente ridículamente dulce mientras sentía miradas incómodas sobre ella, no había podido siquiera acercarse a alguna ventana porque el finlandés aparecía prácticamente de la nada detrás de ella con un sonrisa tensa preguntándole a dónde iba en lo que el resto desviaba la mirada. Ni hablar de lo aterrador que era dormir en la misma habitación que el mencionado por más que hubiesen algunos metros de distancia, prácticamente no dormía por estar alerta y comenzaba a acumular cansancio... quería encontrar rápido una salida para volver a casa.

—Tu ala a mejorado bastante, pero aún queda una pequeña grieta que te dará molestias si vuelas por tiempo prolongado. –Dijo Suecia alejando sus manos de la espalda de la latina que sentía algo aliviada por la noticia, el albino estaba frente a ellos observando atentamente como un depredador—.

—¿Y su hombro? –Preguntó secamente el de ojos ámbar poniéndolos más tensos inevitablemente—.

—Como dió directamente contra su omóplato de entrada y salida, tomará más tiempo en sanar completamente que el ala. –El pelirrojo se mordió el interior de la mejilla sosteniéndole la mirada a su hermano menor hasta que éste asintió tranquilamente y sintió la tensión abandonar su cuerpo tras un suspiro, la convivencia se había vuelto un infierno total—.

—Suomi, acaban de llegar nuevos informes de Laponia. –Llamó la feroesa desde la entrada de la oficina en donde llevaban a cabo la unión de la información recolectada y el mapeado de las zonas aledañas a Ladoga—.

El de cruz azul dudó unos momentos pero decidió ir a donde le requerían no sin antes darle una última mirada a la bicolor que había vuelto a sentarse en el sofá. Cuando la puerta se cerró inmediatamente el de piel azulada se acercó a la extranjera quien sintió temor ante la cercanía sin aviso.

—Tienes que hacerme caso en todo lo que te diga si quieres seguir viva. –Inició el de ojos celestes apoyando una mano en su hombro sano, su tono era rápido y muy bajo para evitar ser escuchado por alguien más– Debes fingir dolor todo el tiempo, mañana reusate a salir de cama, si es posible aumenta tu temperatura para simular fiebre. Suomi debe de creer que sigues delicada para que descarte la idea de que te vayas en algún momento, si es posible.... Finge que te agrada estar aquí hasta que podamos sacarte.

Entonces la castaña lo entendió todo, no la estaba amenazando.... La estaba previniendo para una posible huida por descuido. Ella asintió rápidamente en lo que el contrario alejaba su mano y ocupaba un lugar en la mesa a unos metros de distancia para cuando los albinos salieran, ahora su estadía en territorio enemigo parecía haberse tornado en una obra de terror psicológico en el que tenía que simular Síndrome de Estocolmo para poder escapar entera de ese lugar, estaba realmente preocupada por sus niños y Soviet quien seguramente la estaría buscando tras enterarse del ataque al tren.

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En casa del germano se oían ruidos extraños que despertaron en medio de la noche al pequeño Preußen que decidió bajar de su cama en un acto de valentía para descubrir de dónde provenían aquellos gritos ahogados. 

-No es buena idea, van a enojarse.. -Le dijo el asiático en voz baja siendo consciente ya de qué iba la situación, en casa se oía igual cuando el de piel carmesí o el italiano mayor venían de visita y sólo bastó una reprimenda de la del sol naciente para que no volviese a salir de su habitación-.

Sin embargo el rubio hizo caso omiso a la advertencia de su amigo y continuó con su incursión tensa a través de los pasillos de la mansión iluminados únicamente por la luz de la luna llena guiando su indeterminado camino. Al salir del Ala Oeste los ruidos aumentaron de volumen haciéndolo temblar ligeramente pues parecían gruñidos y golpes fuertes lo que lo llevó a pensar que estaban castigando a alguno de los prisioneros por algún motivo pero le extrañó que fuese en la oficina de su padre por lo que preso de la curiosidad se acercó a la puerta mal cerrada que dejaba un delgado hilo de luz que iluminaba el pasillo así que se inclinó empujando lentamente la puerta distinguiendo a primeras a los tres miembros principales del Eje pero antes de poder enfocar su vista una mano fría lo privó de la visión y el habla moviéndolo con fuerza lejos de allí mientras la voz jadeante de la japonesa preguntaba en su idioma natal si había alguien afuera, estaba tan asustado que comenzó a patalear para liberarse intentando llamar al germano mayor para que lo ayudase de su captor.

-No, joven Preußen, guarde silencio -Murmuró rápidamente una voz conocida por lo que se detuvo sintiendo momentos después como aquella mano se separaba de su rostro- ¿Está bien?, bajo ningún motivo debe acercarse a ese lugar por favor.

El tricolor quedó confundido... ¿Que había allí que tanto Japón como el señor Polonia le advertían alejarse?, se mordió el interior de las mejillas tratando de recordar lo poco que vio... el señor Reino de Italia estaba sobre el escritorio de su padre mientras que la señorita Imperio estaba sobre él, tal vez estaban peleando por algo... pero su Vater estaba sentado justo en frente de ellos tranquilamente mientras gruñía por algo. El polaco revolvió el cabello ajeno intentando quitar de su mente aquello que ningun niño deberia de ver, fue una suerte tremenda que se hubiese quedado cerca a sabiendas de que alguno de los infantes podría acercarse atraído por la curiosidad, así que aún cargándolo se dirigió nuevamente a la habitación en donde descansaban los menores y cerró la puerta tras él para acostar al alemán en su respectiva cama y se quedó a su lado velando también el sueño de los demás. Estaba realmente cansado tanto de las torturas físicas y emocionales como de los constantes sustos que se llevaba al estar cerca de sus captores, eran unos enfermos en todos los sentidos posibles y más de una vez se había librado de algo relacionado a lo que sucedía en aquella oficina por las noches. Dirigió su vista al cielo esperando que su tormento acabara pronto, si bien a los humanos en batalla les iba peor.... el cansancio mental de ser humillado y agredido a cada momento era enorme.








No se olviden que el Polska también anda secuestrado :"v

Beautiful Angel Of The Night (URSS x FEM Perú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora