Capítulo 9: Un Nuevo Comienzo.

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Me levanto temprano y me coloco a acomodar mi equipaje, al ser como las nueve de la mañana me voy a bañar y me visto, me coloco unos botines de tacón negro con unos pantalones blancos, una camisa sin mangas negras y una chaqueta de cuero blanca, me dejo el pelo como lo tengo, aunque lo desenredo un poco, meto mi celular, el cargador y el papel que me dio mi madre la noche anterior en mi cartera.

Cierro la puerta de mi habitación y bajo en el ascensor hasta el vestíbulo, al llegar a recepción registro mi salida, pago y entrego la llave de la habitación, después de un rato aparece Antonio.

—Espero volverte a ver para ese proyecto, de verdad.  —Dice Antonio—.

—Muchas gracias Antonio. 

—Al cesar lo que es del cesar.

Me despido de él y tomo un taxi hasta el aeropuerto, chequeo mi equipaje, y me voy al restaurante a esperar a que llamen para mi vuelo, luego de un rato llegan Rey y Alexa, con lentes de sol.

—Creo que algunas personas exageraron con las bebidas un poco anoche, ¿verdad?. —Pregunto viendo como están—.

—Tal vez. —Dice Alexa—. ¿Y a ti como te fue? Te vi muy acaramelada con Jack. 

—Oye, de casualidad ¿Jack les paga por publicidad? —Pregunto—. 

—No lo había pensado, creo que es buena idea, ¿Cuánto les debo de anoche? —Pregunta alguien a mi espalda y sé que es Jackson—. 

—Muy chistoso Jack. —Digo mientras volteo a verlo—.

—Saliste muy temprano, ¿no te pensabas despedir? —Pregunta—. 

—Nosotros ya venimos, vamos a pedir algo, ¿Miranda desayunaste? —Pregunta Alexa—.

—No, me traen algo por favor. —Les pido—.

—Esta bien. —Dice Rey—. 

—Entonces ¿no te ibas a despedir? —Pregunta Jackson—.

—Creí que lo de anoche era una despedida. —Respondo—

—Era un abre bocas. —Dice con una sonrisa—. 

—No me digas. —Digo con tono de sarcasmo—. 

—Aunque cuando me tengas en Miami te tendré cansada de mi presencia, pero por lo menos ahora puedo compensar un poco una semana lejos. 

— ¿Ah sí? ¿Cómo? —Pregunto curiosa—.

—Bueno, no sé. —Se va acercando poco a poco a mí—. ¿Qué tal con esto?

Y sus labios tocan los míos, es algo que nunca me fuera imaginado, de verdad, ni siquiera en mis sueños más locos me lo hubiera imaginado, sus labios sobre los míos, creo que mi corazón está a mil por hora o peor, sigo sin creerlo, aun cuando nuestros labios se separan, tengo la sensación de querer otro, Jackson pega su frente a la mía.

—Desde que te volví a ver en esa tienda de esmóquines, no sé cómo pude y he podido aguantar tanto las ganas que tenia de besarte. 

—Jack, ¿Por qué? —Digo con una sonrisa en la cara—. 

—Creo que ayer me dieron mucha publicidad, y quería dar este paso, y para ser completamente sincero Miranda me gustas desde que éramos niños, haberme ido me causo mucho mal, créeme cuando lo digo, cuando crecí intente hacer novio de chicas pero solo quería a una de novia, y esa eras tu, aunque si tu solo me ves como un amigo, lo entenderé. 

—Jack, tú también me has gustado desde entonces...

Y empiezan a llamarme para mi vuelo, Jackson me da un beso rápido.

Corazón A Mil por HoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora