Corazón A Mil por Hora

Capitulo 24: Un Día Diferente

Como ayer llegamos de New york papa decidió que sería mejor que no fuera a trabajar ya que los tres habíamos llegado cansados, Jackson quería quedarse conmigo y no ir a trabajar, y yo le insistí para que lo hiciera, era lo mejor, tenía clientes que ayudar, ese día después de que Jackson y Jasón se fueran Jennifer y yo nos quedamos la mayor parte de la mañana en la sala viendo televisión.

De la nada, me levanto, y le digo a Jennifer para salir, coloco la contraseña de la alarma y me voy a mi auto donde me espera Jennifer, le doy la dirección del Laboratorio Criminológico donde trabaja mi tío, al llegar, estacionamos y ella se baja conmigo, entramos y la chica que está en recepción pregunta.

— ¿En qué les puedo ayudar?

—Busco a la detective Colis y a Carrick Johnson.

— ¿Quién digo que los busca?

—La sobrina de Carrick, Miranda.

—Un momento por favor.

Agarra un teléfono y marca un número, que me imagino será el de mi tío porque le escucho decir que su sobrina lo busca, cinco minutos después esta delante de mí, y me hace pasar a la sala donde está su equipo, y veo al detective Matteo, dormido en su escritorio y con la boca abierta.

— ¿Eso se puede hacer? —Pregunto—.

—Por supuesto que no. —Dice la detective Colis—. Cuando Tony sale de fiesta la noche anterior así llega, lo bueno de eso es esto. —Agarra un bolígrafo y comienza a garabatearle la cara—. Sé que es algo inmaduro, pero quien lo manda a dormir en el trabajo.

— ¿Qué hace el cuándo se da cuenta?

—Bueno literalmente siempre se da cuenta en su casa, cuando terminamos de trabajar y pasa todo el día con la cara así. -Dice mi tío-.

— ¿nunca aprende?

— ¿Quién? ¿Tony? —Pregunta entre risas la detective Colis—. Por supuesto que no, no te acuerdas de la historia de la que te conté de amenazas.

—Ah claro.

— ¿Qué te trae por acá sobrina?

— ¿Qué han sabido de Alexis? —Quise saber—.

—Lo mismo que te dijimos la última vez. —Dice mi tío—. Solo sabemos cómo escapo, no sabemos con quien se encontraría afuera, ya que nadie la ha visto, parece que ha desaparecido del mapa.

—Lo cual no nos gusta mucho. —Dice la detective Colis—. Sobre todo, a mí, ningún culpable en casos en los cuales trabajamos, nunca ha durado fuera más de un día, esto no me gusta en nada.

—Es cierto, pero no debes dejar a tu escolta por nada del mundo. —Dice mi tío Carrick—.

—Tranquilo, ni a sol, ni a sombra me alejo de ella, además Paolo la nombro jefa de seguridad en la empresa.

—Me parece muy bien, ya que ahí es donde te pasas la mayoría del tiempo. —Dice mi tío—.

—No tanto, a veces salgo a supervisar alguna obra, aunque, a veces me mueven las ganas y me pongo a rodar muebles, y se me abre la incisión donde pararon la hemorragia.

—En serio, me recuerdas mucho a alguien. —Dice mi tío Carrick que voltea a ver a la Detective Colis de inmediato—. Cuando le dispararon no había pasado ni un día y ya quería trabajar.

— ¿Si? Mire quien habla, si cuando le dispararon a usted, ya quería venir a trabajar el mismo día que salio del hospital, así que a mí no me vea mucho jefe. —Dice la detective Colis—.

Bárbara me conto sobre cuando le dispararon a mi tío, y como fue el investigar ya que había pasado a tres de los jefes de unidad de cinco, y querían que parara de una vez por todas, me conto como lograron atrapar al culpable, y como una Ex del detective Matteo se puso como loca creyendo que él bebe de la detective Colis era de Matteo.