Capítulo 16: De Vuelta a Casa.

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Con ayuda de Susan y de Jackson me bajo del auto, mientras Susan se adelanta a abrir la puerta, y sale Cami inmediatamente a donde estoy yo, intento agacharme un poco,pero le dolor hace que me levante de inmediato, Jackson por en cambio, se agacho y tomo a Cami en brazos y la pone cerca de mí.

— ¿Qué pasa chiquita? ¿Tu tío Steve te trato muy mal que te viniste para acá?

—Yo le dije a Steve que la trajera, para que estuviera aquí para cuando llegaras.

Jackson deja en el piso a Cami, y ella nos acompaña hasta la puerta, cuando entro a mi casa, me doy cuenta de que esta mi hermano, Robert, Rey, Alexa, y mi tía Emily, y también veo que está un cartel que dice Bienvenida a Casa.

— ¿Qué hacen todos acá? —Pregunto sorprendida—.

—Darte la bienvenida sobrina, nos sacaste un susto gigantesco. —Dice mi Tía Emily—.

—Rob, ¿Qué ha pasado? —Le pregunta Jackson—.

—Bueno, en la mañana salieron los resultados del cabello encontrado en el auto rentado, y también en ese momento llego el nombre de quien lo había rentado, y justo coincidía con quien mandaron a las tres de la mañana del hospital, Alexis es la culpable de tu accidente Miranda.

—Me lo puedo imaginar. —Digo—.

—Estoy trabajando con el caso con el fiscal, no hay manera de que vuelva a ver la luz del día, sino es de la cárcel, sera en un sanatorio porque por lo que hizo se va a necesitar un psicólogo para saber porque lo hizo.

—Oye es entendible que aun quiera todo esto. —Dice Jackson señalándose a sí mismo, en forma de juego—.

—Sí, y por eso me quiere sacar a mí del camino Jack. —Digo y él se pone serio—. Solo juego igual que tú.

Me siento con ayuda de Jackson en mi sala a lo que mi tía Emily se acerca a mi.

—Miranda, tengo tiempo sin escucharte tocar el piano, ¿puedes?

Nuevamente me levanto con ayuda y Jackson me ayuda a sentarme en el banco del piano, y empiezo a tocar, luego invito a Jackson a que toque conmigo, a lo que al terminar escucho una voz conocida.

—Olvidaba lo hermoso y fascinante que era escucharlos tocar juntos. —Me volteo y veo a la madre de Jackson—. Aun después de años sigue siendo hermoso.

—Si madre, yo también lo creo. —Dice Charles—.

—Señora Stevenson, ¿Cómo está? —Pregunto—.

—Muy bien, ¿Cómo te has sentido?

—Un poco mejor, por cierto, Jack y yo ya sabemos porque se fueron hace años.

— ¿Cómo se enteraron?

—Mi padre fue a ver a Miranda. —Dice Steve—. Empezó a decir cosas que a mi hermana no le gustaron y mi madre se olvidó de todo y lo dijo.

—No lo puedo creer, tu padre debe de estar más furioso aún.

—Sí, pero mi hermana y yo estamos felices. —Dice Steve—.

— ¿Por qué Steve? —Le pregunta mi tía Emily—.

—le dejo de hablar porque el padre de Jack, aposto en dos carreras más que mi padre y gano. —Dice Steve y empiezo a reírme nuevamente—.

—Lo siento, es que cada vez que lo dicen o lo recuerdo esto pasa. —Me justifico—.

— ¿es en serio? —Pregunta mi tía—.

—Así es tía. —Digo—.

Mi tía Emily, al igual que yo se empezó a reír a todo pulmón, se calmó por unos segundos y se volvió a partir en carcajadas, tanto que hasta se le salieron las lágrimas, cuando logro calmarse por completo lo cual costo aproximadamente veinte minutos para que recuperara la compostura, en eso nos parecemos, no importa que siempre estaremos de buen humor, pero a mi tía Emily le da más gracia por que no soporta a mi padre.

Corazón A Mil por HoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora