Corazón A Mil por Hora

Capitulo 21: Barbacoa

Han pasado dos meses desde el juicio de Alexis, y aunque está en la cárcel por lo que hizo, Jackson no quiere dejarme ni un momento, y en cierta manera lo entiendo lo que paso es muy grave y no se puede dejar pasar, así como así.

Jackson todos los días me llena de detalles, que si un ramo de rosas o un arreglo con chocolates, ya Megan le quiere hasta cobrar por cada regalo que me llega.

Las cosas con papa han ido mejorando, no solo conmigo, sino también con mi tío Carrick, mi tía Rebecca, e incluso con mi tía Emily, y está recuperando su vieja amistad con el padre de Jackson, lo cual nos hace felices a ambos, casi todos los domingos organizan una barbacoa y vamos todos, no solo las dos familias sino nuestros amigos, y me hace recordar cuando estábamos niños.

Desde que Jackson y yo nos volvimos a ver practico con más frecuencia piano, incluso en las barbacoas nuestras madres nos hacen entrar a la casa y nos ponen a tocar juntos, papa se está llevando de maravillas con Jackson, incluso se ponen a cuchichear cuando quieren que no me entere de algo.

Papa y Steve han estado trabajando en conjunto para publicitar aún más la empresa, cosa que todo el mundo se impresiono al ver que cambiamos el nombre de la empresa por Arquitecturas S&M Johnson, aunque la empresa recibió muchos más contratos al momento de la fusión, aunque no me encargaba personalmente de las obras, pasaba gran parte en ellas supervisando, o cuando tocaba pintar una pared para un cuarto de niños ahí era donde yo aparecía, para que quedara muy bien.

La empresa iba de maravillas, y papa ya había dejado de pelear con todos, lo cual nos hacía felices a mi hermano, mama y a mí, porque así papa era más tranquilo y menos cascarrabias.

Es domingo así que Jackson y yo nos levantamos algo tarde, desde lo de mi accidente se queda a dormir en mi casa, lo cual no me molesta porque me agrada mucho, es lindo despertar en sus brazos, yo me meto a bañar en mi baño y él se va a su casa, luego nos reunimos en mi cocina, con Cami, que para ser sincera con solo siete meses esta gigantesca, incluso cuando salimos a correr es Jackson quien lleva la correa y lo jala en algunas ocasiones, es muy juguetona y a decir verdad Jackson la tiene más consentida que yo porque casi todos los juguetes que tiene Cami los ha comprado Jackson para así jugar con ella.

Luego de desayunar, nos vamos en el auto de Jackson a la antigua casa en la cual vivían antes de irse de Miami a New York, cuando llegamos Jackson estaciona y salimos del auto donde al tocar la puerta la madre de Jackson abre la puerta y nos saluda calurosamente.

Cuando somos los primeros en llegar nos vamos directo a la sala donde está un piano de cola, y nos ponemos a tocar hasta que llegan los demás, que literalmente se van colocando a nuestro alrededor, hasta que notamos que están ahí, pero en este caso Jackson sale al jardín a ayudar a su hermano y a su papa con las mesas y sillas, mientras que yo ayudo a la madre de Jackson con las ensaladas y a acomodar la carne.

El día era perfecto, soleado, luego de un tiempo empezaron a llegar Robert y Susan, Rey y Alexa y mis padres y mi hermano, las chicas nos quedamos ayudando en la cocina mientras ellos colocaban todo en su lugar, luego salimos y nos sentamos en las sillas, y nos ponemos a hablar.

La mayor parte de la plática es sobre nuestro trabajo, a lo que mi madre dice.

—Me alegra que por fin tú y Jackson sean algo.

—Si es cierto, eso se veía venir desde que eran niños. —Dice la madre de Jackson—. ¿te acuerdas cuando jugaban todo el día y se quedaban dormidos en el sofá?

—Por supuesto, se veían adorables, sus padres incluso apostaron en ver cuánto tardarían en hacerse novios.

—Es cierto, por cierto, hablando de parejas y esas cosas. —Dice mi madre—. ¿Cómo van tú y Robert, Susan?