T R E I N T A

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– ¿Llegarás más tarde? – mi mejor amigo suspiraba al otro lado de la línea. – ¿Es por ella?

– Sí Mad, es por Seung. – le di unos segundos para que se preparase mentalmente antes de volver a hablar. – Sus padres insisten en desayunar juntos ya que no acepté la invitación para la comida de Navidad. Seung no entiende por qué tengo que pasarla con vosotros.

– Bueno, ¿qué esperaba? Es un momento para celebrar en familia y le guste o no, nosotros lo somos.

– Eso mismo fue lo que le dije. – de fondo se podía escuchar a Mark preguntando con quién hablaba su amigo y compañero de piso antes de gritar mi nombre para saludarme. – Bueno, ¿por dónde iba?

– Llegarás tarde porque tu novia te tiene amenazado para que desayunes con sus padres.

– No lo digas así, la haces parecer una bruja.

"Quizá porque lo es"

– Perdón, se me escapó. – un silencio se instaló en nuestra conversación hasta que finalmente, cansada de aquello, decidí romperlo. – Procura llegar lo antes posible, ¿vale?

– Te lo prometo, intentaré escaparme pronto.

– Luego pretenderás que no crea que te tiene amenazado...

– ¡Maddie!

– Está bien, perdona. Pásalo bien y nos vemos en unas horas.

Tras aquella charla con Lucas a las nueve de la mañana, me levanté del sofá y levanté mis brazos por encima de mi cabeza para intentar que todos mis músculos se estirasen. Lilly salió poco después de su habitación frotándose los ojos, y bostezando, se dirigió a la cocina a cámara lenta, como si sus pies pesaran diez veces más aquella mañana. Desayunó con la mirada fija en la encimera y no se inmutó ni lo más mínimo cuando tanto mi hermana como yo empezamos a pulular alrededor ordenando cosas. Cuando el café logró cumplir su función y la despertó, recordó lo que estaba a punto de pasar en unas horas y fue entonces que se empezó a alterar.

– ¿Dónde dejamos esto? – preguntaba mi hermana sosteniendo una fuente de cristal.

– Escóndelo debajo de la cama, donde esos brutos que tenemos por amigos no puedan encontrarlo. – respondí mientras limpiaba el polvo del mueble de la televisión.

– Será una comida tranquila, ¿no crees que estás exagerando? – preguntó Lilly, quien se encargaba de preparar la comida.

– ¿Desde cuando algo que tenga que ver con esta gente es tranquilo?

– Tienes razón, seguro que viene la Policía a llamar a nuestra puerta en algún momento por su culpa. – dijo Lilly provocando que las tres nos echásemos a reír ante aquel posible escenario.

Dos horas después la puerta principal se abrió dejando pasar a Mark y Kai, quienes usaron el código de entrada para conseguirlo. Rápidamente se pusieron manos a la obra para ayudarnos a tenerlo todo listo a tiempo antes de que llegase el resto de nuestros invitados.

– ¿Seguimos sin tener noticias de Lucas? – le pregunté a Mark, quien andaba pegado a su teléfono.

– Sigue intentando librarse de los padres de Seung, pero al parecer ha empezado a hablar de deportes y va para largo.

– Dile que si no está aquí antes de las dos es hombre muerto. – dijo Lilly quien había escuchado nuestra conversación de fondo.

– Y no pienso dejarle ninguna cerveza. – amenazó Kai haciendo que su amigo escribiese todo aquello advirtiendo a Lucas.

2:18 (Jeon Jungkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora