– Kook, despierta. – dije con voz suave mientras acariciaba su pecho.
– Déjame. – fue lo único que respondió antes de darme la espalda para poder seguir durmiendo.
– Jungkook, si no estás despierto en diez minutos tu moto pagará las consecuencias. – amenacé antes de sentir su mirada encima segundos después.
– ¿Qué clase de persona amenazaría a su novio con eso? – dijo dolido.
– Una horrible, sin duda.
Sin previo aviso y en un movimiento rápido, Jungkook se sentó encima de mi cuerpo y atrapó mis manos con las suyas, inmovilizándome. Comenzó a repartir besos lentos por mi cuello. Su pelo rizado me hacía cosquillas en la cara y su respiración se mezclaba con la saliva que dejaba en mi piel, haciendo que unos escalofríos recorrieran mi cuerpo.
– No serías capaz, pequeña Mad.
– No me tientes, Kookie.
La tensión entre ambos crecía por momentos mientras nos mirábamos fijamente a los ojos, como si aguantarle la mirada al otro fuese un reto. Finalmente Jungkook, al notar que humedecía mis labios, no pudo evitar fijar su vista en estos, provocando que una sonrisa se formase en mi rostro. Nos besamos con intensidad, como cada cosa que hacíamos, como si en algún momento uno de los dos se fuese a desvanecer. Y fue entonces cuando el caos se desató.
– Es Lucas. – dijo acercándome mi móvil, el cual no dejaba de sonar.
– Puede esperar. – contesté antes de dejar el aparato a un lado para volver a besar sus labios.
El teléfono no paró de sonar durante los siguientes diez minutos por lo que, cansada de escuchar la vibración y melodía, decidí contestar a pesar de que Jungkook insistía en apagarlo para poder seguir con lo nuestro.
– Es mi mejor amigo, no puedo simplemente ignorarlo. – contesté antes de ver las treinta llamadas perdidas que tenía. – Será un momento, no te pongas así.
– Espero que se esté muriendo al menos.
– ¡Jungkook! – grité antes de tirarle una almohada a la cabeza.
– ¡Era broma!
Puse los ojos en blanco antes de levantarme de la cama para contestar a la nueva llamada entrante de mi mejor amigo.
– ¿Maddie? ¿Estás ocupada? – dijo él con voz apagada.
– No, tranquilo, no estaba haciendo nada. ¿Ha pasado algo?
Evité mirar a Jungkook, pues sabía de sobra que estaba molesto. Pude escuchar claramente como dejaba caer su cuerpo de golpe sobre el colchón, haciendo un ruido dramático.
– Es por Seung – suspiró antes de seguir hablando. –, hemos discutido y no sé qué va a pasar.
– ¿Qué ha sucedido? – me senté en el sofá para escuchar atentamente a Lucas.
– Sé que no te agrada, Mad. – dijo instalando un silencio incómodo entre ambos. – No importa, lo siento. Necesitaba hablar con alguien y pensé en ti. Siempre has sido la primera persona a la que acudir.
– No voy a fingir que me cae bien porque ambos sabemos que no es así, pero de todas formas eres una de las personas más importantes de mi vida y estoy aquí para apoyarte.
– ¿De verdad no interrumpo nada? Sé que estabas pasando unos días con Jungkook...
– Tranquilo, ha salido a comprar unas cosas. – Jungkook justo entró al lugar, mirando atónito la situación. – Venga, cuéntame qué ha pasado.
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2:18 (Jeon Jungkook)
Romance-Tatúas ¿verdad? Queremos un tatuaje para nuestro amigo Jungkook. -Volvió a hablar el rubio -Tiene que cumplir una apuesta. Ha perdido, ¿te lo puedes creer? ¡Jeon Jungkook ha perdido una apuesta! Es algo que no se suele ver.