– ¿Estás despierto? – le pregunté tras un rato en silencio.
Jungkook me abrazaba mientras descansaba mi cabeza sobre su pecho desnudo y acariciaba su abdomen lentamente. Al escucharme hablar, abrió sus ojos para poder mirarme y así responder a mi pregunta.
– Lilly está apunto de llegar. – informé suponiendo lo tarde que debía ser.
– ¿Quieres que me vaya?
– No, pero pensé que te gustaría saberlo. ¿No te importa que Lilly te vea aquí? – Jungkook negó con la cabeza antes de hablar.
– Creo que es hora de que sepan que estamos juntos, ¿no? – al ver mi cara soltó una risa ahogada. – Porque lo estamos, ¿verdad?
Asentí con una sonrisa en los labios y Jungkook emocionado me obligó a incorporarme para poder besarme. Tras una intensa sesión de besos y tonterías por parte de ambos, decidimos levantarnos para preparar la cena. Mi compañera de piso apareció por la puerta justo cuando empezábamos a poner la mesa, y al ver a Jungkook de pie en mitad de nuestro apartamento, se asustó tanto que estuvo apunto de tirarle el bolso a la cabeza.
– Espero que no vuelvas a hacerle nada a Mad, Jeon Jungkook. – dijo Lilly señalándolo con la cuchara mientras comíamos. – Por tu propio bien.
Esas fueron las palabras de mi mejor amiga al enterarse de la noticia. Ambas nos reímos en alto al ver la cara de pánico que ponía Jungkook ante las amenazas de Lilly.
– Debería irme ya. – informó Jungkook cuando acabamos de recoger la mesa.
– ¿Tan pronto? – dije antes de abrazarme a él como si así fuese a conseguir que se quedase más tiempo.
– Mañana nos veremos, ¿vale? – contestó revolviéndome el pelo como si fuese una niña.
Finalmente, Jungkook se marchó y, como había prometido, al día siguiente le volví a ver. Lo único que pensé en aquel momento fue en lo mucho que me gustaría poder acostumbrarme a que me recogiese a la salida del trabajo. El jueves tuvimos que ir a su casa, Taehyung necesitaba que le ayudase con los últimos detalles de alguno de los disfraces que estaba confeccionando para nuestros amigos. No me sorprendí cuando me encontré con Hobi y Jin allí, probándoselos mientras Tae arreglaba pequeños desperfectos.
Me pasé el resto de la tarde allí metida trabajando con Tae, ayudando a cortar los patrones, a medir, a marcar en la tela y cortar mientras él se encargaba de montar todas las piezas antes de coserlas. Fue agradable pasar ese rato con él, y más haciendo algo que realmente le apasionaba. Estaba acostumbrada a ver a Taehyung de fiesta o rodeado de sus amigos, y en aquel momento verlo trabajar tanto, tan concentrado, me pareció fascinante.
– Al parecer Vittoria no ha sido capaz de convencer a Lilly. – dije en alto al recibir un mensaje de mi amiga italiana.
– ¿De qué? – preguntó Hobi.
Acabé esa noche con Jin y Hobi, quienes me llevaban a casa para llevar a cabo la misión de convencer a mi amiga que no se quedase toda la noche de Halloween en casa encerrada. Finalmente, cumplieron el objetivo y Lilly aceptó venir con todos nosotros, aunque eso significase encontrarse con Yoongi.
El gran día llegó, y con ello, la esperada videollamada de mi hermana Alex. Aquel era su día favorito del año, y como de costumbre, siempre nos llamaba para que pudiésemos apreciar su disfraz. Ese año le tocaba disfrazarse de niña del Exorcista e incluso se había encargado de conseguir un fondo sangriento para que todo fuese aun más desagradable. No pude evitar gritar al contestar la llamada de Skype y encontrarme el pálido rostro de mi hermana, mucho más pálido de lo habitual, cubierto de cicatrices y sangre. Sus ojos eran totalmente blancos a excepción de la pupila, gracias a unas lentillas.
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2:18 (Jeon Jungkook)
Romance-Tatúas ¿verdad? Queremos un tatuaje para nuestro amigo Jungkook. -Volvió a hablar el rubio -Tiene que cumplir una apuesta. Ha perdido, ¿te lo puedes creer? ¡Jeon Jungkook ha perdido una apuesta! Es algo que no se suele ver.