2:18 (Jeon Jungkook)

C I N C O

Empezó el nuevo año escolar sin más incidentes. No volví a saber nada de Jimin, ni de su gran amigo Jungkook.

Lilly me había arrastrado a una fiesta el primer fin de semana del curso. Su nuevo amigo resultó ser Hobi. Le recordaba perfectamente de aquel día, su risa siempre era la más sonora del lugar. El chico nos presentó a Vittoria, una italiana que llevaba en Seúl cinco años.

Aquella fiesta acabó siendo increíble y nuestra nueva compañera resultó ser el alma de la fiesta. Pero Mark, Lilly y yo éramos únicos estando juntos, no necesitábamos una gran fiesta para hacer de ella una noche inolvidable.

En el trabajo no había vuelto a tener ningún incidente. Cuando mi jefe me pedía quedarme un rato más no tenía valor para negarme. Incluso con tal de no andar sola a esas horas, tuve que pedirle a mi compañera de piso algún día que viniese a buscarme al local. Antes, cuando estaba fija en el turno de noche, no tenía tantos problemas, ya que a la hora que terminaba el sol empezaba a asomarse y la gente ya estaba tan borracha que no podían ni moverse de la acera en la que estuvieran tirados.

Las clases eran otro tema aparte. Muchas veces sentía que no estaba entendiendo nada y pensé que había perdido esa motivación que me llevó hasta allí en su día. Era frustrante saber que querías hacer algo toda tu vida, pero no de la manera en la que te lo pedían. Acababa de empezar y ya estaba replanteándome mi futuro.

Apenas tenía tiempo para socializar y Lilly, quién desde la fiesta estaba aún más encerrada en su mundo, tampoco. Con suerte nos veíamos a la hora de la comida, si es que ninguna de las dos tenía que quedarse en la facultad haciendo trabajos. Acabábamos de empezar y ya estábamos agobiadas con fechas de entrega y exámenes.

También estaba el tema de Jimin, del cual Lilly seguía sin saber absolutamente nada. Cuando nos encontramos con Hobi en aquella fiesta, temí que él supiese algo de lo que había pasado y que se lo acabase contando a mi amiga. Ella no me hizo ninguna pregunta al respecto, por lo que supuse que no sabía nada. No me sentía mal por no contárselo, pues estaba segura de que Lilly también tenía un lío secreto del que no quería hablar. Y mis sospechas sobre la persona secreta estaban puestas en el mismísimo Hobi.

Mi vida empezaba a amoldarse a la rutina de nuevo y en cierta parte agradecía esa tranquilidad de saber que, de lunes a viernes, mi horario era más o menos el mismo. Cuando me quise dar cuenta estábamos ya a jueves, acabando la segunda semana de clases. No sé en qué momento se me había pasado tan rápido la semana, y realmente me sentí aliviada al saber que iba a poder dormir tranquilamente de viernes a domingo. Casi me echo a llorar al recordar que mi jefe me había dado libre el fin de semana, ya que había hecho algunas horas de más para ayudarle.

Por mi pequeña pero ingeniosa cabeza se asomó la idea de salir de fiesta el sábado con mis amigos, incluso pensé en la gran idea de invitar a Vittoria, con quien habíamos estado hablando bastante por mensajes.

Decidí dejar de pensar en eso para volver a centrarme en lo que el profesor estaba explicando, por muy aburrido que fuese.

Estuve trabajando en grupo con unas compañeras de clase en un proyecto que nos habían mandado para la semana siguiente. Intentamos ponernos de acuerdo sobre el tema a tratar, pero teníamos puntos de vista muy distintos. Ellas decidieron quedarse a recopilar información e ideas en la biblioteca esa tarde, pero para mí ese plan era imposible ya que tenía un trabajo al que acudir.

Salí por la puerta de clase y saqué mi móvil para organizar la quedada que en mi mente ya estaba programada. Primero escribí a Lilly, la cual ya sabía que aceptaría por el simple hecho de que si yo llegaba borracha a casa, ella me tendría que aguantar y no podía soportar esa idea. Kai fue algo más difícil de convencer, pero acabó cediendo. Mark y Lucas se apuntaron sin dudarlo, siempre estaban dispuestos e incluso me confesaron que ellos ya habían pensado en salir ese fin de semana todos juntos. Vittoria no me contestó, pero contábamos con ella.