Corría apresurada pues la lluvia comenzaba a caer, y si hubiera prestado atención cuando la señora Verónica en su manera tan peculiar de saludarla le dijo que llevara el paraguas, no estaría en este apuro.
-Buenos días Em - dijo en tono jocoso y con esa mirada traviesa que siempre la caracterizaba, mientras barría su terraza. - tienes cara de ca va llo ver_ sonrió, esa sonrisa que le daba tanta paz.
_ Si. Claro, tengo cara de caballo ver_ pero lo que realmente le quería decir, era la lluvia que se veía en el ambiente y parecía que iba a llover esa mañana.
Si, era verdad había amanecido la mañana muy gris y se podían ver los grandes nubarrones que amenazaban con desgajarse en cualquier momento, pero la lluvia había amenazado tanto que no creyó en esos momentos que fuera a llover.
A medida que corría por las calles llena de agua, y los vehículos que pasaban muy rápido por la carretera, ella tenía cuidado de no ser alcanzada por las corrientes de agua que levantaban estos al pasar. Sus zapatos todos mojados, eran incomodos y se veían desagradables todos chorreados.
Mientras corría por las calles, sus pensamientos giraba entorno de la necesidad de conseguir ese empleo __ Si en esos momento le hubiera prestado atención a la señora Verónica no estaría corriendo por las calles para no mojarme, no puedo darme el lujo de llegar tarde a esa entrevista de empleo. Tengo más de dos años que no sé qué es emplearme en un lugar donde pueda laborar por más de tres meses, siempre son temporales, y deseo que este sea una oportunidad para poder mejorar mi manera de vivir. _!Dios Ayúdame¡
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Emily.
RomanceLa necesidad tiene cara de perro, eso reza el refrán, y cuando la situación es difícil y apremia buscar solución es cuando comprendemos que tenemos qué tener la sangres fría para poder tomar decisiones que en algunas ocasiones nos van a perjudicar...
