Emily.

17. Con el pie izquierdo

La señorita Park le dio las indicaciones de las funciones que realizaría, le manejaba una agenda bien colmada de funciones, claro como era de esperar el dinero tenía que ganárselo a toda costa.

Todas las mañanas le era obligatorio ir al gimnasio, estudiar coreano e inglés, por si tenía que ir algún lugar con el ejecutivo, que por cierto todavía no conocía, no quiso ni escuchar el nombre del individuo para no hacerse ninguna idea sobre el fulano.

Emily se había propuesto no conocerlo en lo más mínimo, aunque tenía una lista de las cosas que a él le gustaban o  disgustaba por si alguien le hacía alguna pregunta referente al "matrimonio".

Sabía de antemano que iba a tener unos jefes y de acuerdo a lo había escuchado eran bastante exigentes.

Llegaban la próxima  semana y entre esos venía uno que le iba a enseñar inglés, porque el maestro le toco, por razones personales renunció, de igual manera, venía la persona a la que ella le iba enseñar español.

Otra de las funciones era la asistente de Park cuando llegaran los ejecutivos porque ella se recargaba trabajo.

_Señorita Cruz, por favor vienes un momento _Dijo Park desde otra habitación _Le entrego unos papeles y unos implementos de oficina. _Ven, sígame.

_ ¿Se va a cambiar de oficina? _Pregunto

Park no contesto porque en ese momento le sonó el teléfono y salió a toda carrera.

Ella con las manos ocupada espero,  más Park no se apareció, se dispuso a bajar las cosas que tenía en las manos, cuando de repente se apareció un hombre alto, usaba gafas doradas, vestía un traje de color azul turquí, camisa azul claro y emanaba un olor delicioso al pararse en el umbral de la puerta, era bien atractivo, su mirada era como el acero frío y duro, sus cejas se encontraban ligeramente, porque tenía el ceño fruncido.

_ ¿Hasta cuándo va a estar ahí parada? _ Pregunto con desdén _ ¡Lleve eso a mi oficina! _Dijo el hombre.

_Sí, señor _Contesto de malagana al ver la grosería como la había mandado. ¿Quién se cree que es? Estúpido _ pensó en voz alta.

_ ¿Qué dijo? _Pregunto el hombre mirándola de arriba abajo, haciéndola sentir incomoda. _ ¿No sabe quién soy? _volvió a interrogarla.

_No, ni me interesa. _Contesto de manera despreocupada.

Llegó a la oficina y deposito los papeles y los implementos que lleva. Lo miró y le dijo _ Que tenga un buen día, con su permiso. _

Y antes de que el hombre dijera algo ella había dejado la oficina.

Él solo la contemplaba en silencio y veía como se iba perdiendo por el corredor y pensó _Mañana será otro día.

Ya era más de las siete y esta oscuro, las tarde había estado bastante lluviosa, y sentía ese olor agradable de  agua en el ambiente, esa sensación de limpieza y frescura, mirando por la ventanilla del bus iba pensando en el encuentro que había tenido esa tarde, que hombre tan desagradable, parecía tan  autoritario.

Solo esperaba no volverlo a ver, sería una suerte ese lugar era tan grande, que había días que no veía a Park.

Se dedicó a mirar por la ventanilla