5. La elección.

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La mujer después de hablar por unos tres minutos se sentó,  le sonrió y le dijo:

_Necesitamos una persona que enseñe español a otra persona, no es que no la hable, pero debe mejorar su pronunciación, como también en la lectura, no importa que no lo escriba bien. Que esa persona tome riesgos, no tenga miedo a cosas nuevas y fuera de lo común, que desee aprender, que respete las diferencias culturales, trabajadora, soltera, que sea profesional, que no se involucre emocionalmente con las personas que trabajen a su alrededor, y lo más importante que sea leal.

También es necesario que esa persona sea paciente, porque va haber momento en que va tener que esperar. ¿Qué opinas? ¿Creé usted ser esa persona?_ dijo de manera cortante.

_Seré muy sincera, no creo ser la persona que usted necesita, porque para enseñar otro idioma, debo saber el idioma que habla la persona, y yo  solo hablo español. ! De verdad lo siento ¡_ respondió con un dejo de tristeza. Tenía que ser sincera, no había forma de enseñar si no sabía otro idioma, que falla.

La señorita la observaba como si le estuviera pasando rayos x, como si quisiera ver en su  interior, esto la puso muy nerviosa, y pensaba cómo tomar su bolso y tratar de levantarse. _ ¿Qué sabes de Corea?

_¿Cuál de las dos? La del norte no sé nada pero de la del sur, bueno_ dijo algo nerviosa; por qué haría tal pregunta_ se algo, no es mucho pero sí. Y comenzó diciendo cuál era su capital, el río que la atraviesa, de sus comidas, trajes tradicionales, estaciones, calendario, hablaba de manera rápida y emocionada. Sobre la música, el Kpop, los grupos que ella oía, que veía las novelas de allá, aunque la criticaban por sus gustos, eso no le quitaba la fuerza de la pasión que ella sentía por ese país , que ella mejor que nadie sabía, nunca podría ir, a menos que fuera un milagro, y ella creía en los milagros.

Transcurrieron  unos minutos que parecían siglos, las dos en silencio, que silencio tan abrumador, las manos de Emily estaban sudadas, las piernas le temblaban, menos mal que estaba sentada, porque se hubieran caído de no ser así. De pronto termina el silencio sepulcral cuando la mujer comenta:

_ Mi nombre es Park Le Na, y le doy la bienvenida a nuestra empresa. Comienzas a partir de mañana a las ocho la espero para darte las instrucciones para que comiences de inmediato. Mañana después de firmar el contrato se te indicaran las funciones que vas a realizando, tu sueldo y como recibirás cada pago. ¿Cuento contigo?

Cual fue la sorpresa de Emily no cabía de la felicidad. Encontró un empleo, con una coreana, que más podía pedir.

! Claro que si ¡

Emily.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora