Emily.

26. Los sentimientos no pueden esconder.

Park pidió permiso para retirarse y así  hablar con ella aparte, e informarle que para el día siguiente tenía una cena con el señor Kim.

Con el señor Depardiue, que era una cena de familias del gremio hotelero y que ellos eran los invitados, para ser presentados como nuevos miembro de la familia del gremio pero  como no había contestado el teléfono en todo el fin de semana, no hubo forma de comunicarse con ella.

Debía estar  lista antes de las siete de la noche y Kim pasaría a recogerla, debía llevar vestido largo.

Mientras hablaban  se dirigían a la puerta y eran seguidas por Antonio, que miraba de manera inquisitiva a la mujer con la que hablaba Emily, mientras se hacía un montón de preguntas las cuales él en su interior tenía miedo de formular.

Miro como las mujeres de despidieron, poco a poco se acercó más y muy suavemente deslizo su brazo sobre los hombros de Emily, él pudo sentir como ella se tensó al sentir el roce de su brazo, ella trato de quitarlo con disimulo, pero él se aferró con más fuerza, atrayéndola hacía su cuerpo, en ese movimiento Emily perdió el equilibrio de su cuerpo y para no caer apoyo su mano en el pecho de Antonio pareciendo como si estuvieran abrazados.

Estando en esta situación Emily solo mira a Park caminar hacia el auto que la esperaba y pudo ver en el interior de auto en la parte trasera como el presidente la miraba fijamente.

Hubiera jurado que sintió como sus pequeños ojos eran semejantes a cuchillos filosos que atravesaban su corazón, era tan dura la expresión de ese hombre que realmente deseo que no la hubiera visto en semejante situación.

Se sintió como si hubiese sido atrapada haciendo algo malo. _ ¡Que ridículo! _ Pensó.

Miro a Antonio le dijo: ¡Tenemos que hablar! Después de una larga charla le dejo en claro que ella no tenía intenciones de tener una relación con él.

_Conmigo no, ¿Hay alguien? _Pregunto sabiendo él la respuesta. Ella lo abrazo y llorando le dijo ¡De verdad lo siento!

_No Emily, al corazón nadie lo manda.

En la mañana siguiente llamo a su amiga Ana y esta vino enseguida, está la miraba detenidamente. _Hum, aquí está pasando algo raro, ayer no querías levantarte de la cama, y hoy pareces un tornado, estas arrasando_ ¿Bueno, dime qué es lo que te pasa? ¿Tú,… estás enamorada?

Emily al escuchar a su amiga casi se ahoga con una manzana que comía, y comienza a toser, poniéndose su rostro rojo, después de un rato, la miro y le respondió de muy mala gana ¡Qué enamorada, ni que nada!

_ ¡A mí no me engañas! A ti te gusta alguien, y no es precisamente Antonio_ le contesto con una mirada pícara y una sonrisa de oreja a oreja. ¿Quién es? ¿Alguien del hotel? _ Preguntaba insiste mente.

_ ¡Sabes mejor que nadie lo que pienso de enamorarme! _Contesto de manera tajante _ ¿No lo recuerdas? Me prometí que jamás me enamoraría, porque siempre salen lastimadas las mujeres, entregan su corazón, y luego son usadas, son desechadas.

No has visto el ejemplo de mamá, primero a abandona por mi padre y luego mi padrastro casi la mata a golpes, y que hay  de la señora Agustina, su marido no la dejo, para irse con una amante, después de los años de matrimonio y los hijos que le tuvo a ese hombre. ¡Son muchos los casos!